La oferta que hizo el grupo canadiense Couche Tard por Carrefour puso en alerta al gobierno francés que al parecer ha tomado la decisión de replicar la solución Danone, que a la postre ha condicionado la productividad del gigante alimenticio y hoy lo tiene sumido en una crisis que los expertos creen se pudo haber evitado.
Al ministro de Economía y Finanzas francés, Bruno Le Maire, no le ha dado ninguna vergüenza calificar de estratégico al sector Food Retail (distribución alimentaria), como también lo hizo su predecesor en el cargo cuando se puso al frente de la manifestación para defender a otra compañía gala como Danone cuando ésta recibió una oferta de compra por parte de Pepsico.
Las críticas en Francia no se hicieron esperar, considerar al sector Food Retail como estratégico sería válido si abarcase toda la cadena de valor. Todo ello a pesar de estar de acuerdo en que es cierto que el sector ha demostrado ser extraordinariamente competente en todas las partes del mundo frente a la pandemia. Por tanto, una característica que no es sólo gala. Así que Carrefour no tiene nada de qué jactarse por mantener sus estantes llenos y no tiene exactamente ningún valor estratégico sin el resto de la cadena de valor, incluidos todos sus proveedores extranjeros.
Pero esta historia ya ha tenido un antecedente, Danone. El chovinismo francés, en resumen, se ha hecho otra vez patente.
Especialistas de mercado señalan que el futuro de Carrefour puede ser similar al de la alimenticia en caso de no ser vendida, y comparan el desempeño que ha tenido en los últimos años la empresa francesa con la Suiza Nestlé.
Si se compara el margen Ebit de Danone (compañía “estratégica» según el anterior ministro de economía francés) y lo comparamos con el de NESTLÉ, parece que la palabra «estratégico» es una receta mágica para camuflar un desastre operativo con los márgenes de Danone ahora 500 pb por debajo de los de Nestlé. Entre 2007 y 2021, la capitalización de mercado de Nestlé ganó 79.000 M de euros, mientras que la de Danone ganó 9.000 M de euros. El apellido «estratégico» tiene parece un costo.
Pero algunos creen que detrás de los números actuales de Danone pude haber una “sorpresa”, ya que su valor es extremadamente bajo para una empresa de la alimentación en tiempos de pandemia, más comparando los resultados de sus competidores.
Como vemos, el intervencionismo del Estado no es un invento argentino, aunque sí sorprende que con los resultados a la vista lo sigamos imitando.