La remisión de leche crece en el país, pero falta materia prima para las diversas industrias lo que pone al país en el desafío de crear e incrementar la cuenca lechera a través de políticas y medidas cuyos resultados no se logran en el corto plazo.

La lechería nacional enfrenta varios problemas en simultáneo y de difícil resolución, muchos de ellos arrastrados durante varios años y debido a eso agravados por el paso el paso del tiempo.
Uno de los problemas estructurales más graves, que no se solucionan de un día para el otro y requiere de políticas específicas, es la falta de una cuenca lechera capaz de atender y suplir las necesidades de las industrias instaladas en diversos puntos del país. Uruguay tiene varias industrias que trabajan a un ritmo menor que su capacidad, el motivo fundamental es la falta de materia prima.
No es que se produzca menos, en 2020 se llegó a los 2.100 millones de litros marcando un incremento respecto a años anteriores. El último Anuario Opypa 2020 destacó que el año pasado “las exportaciones uruguayas lograron aumentar en términos de valor, aunque con precios promedio algo menores”, y “en el marco local la producción de leche ha superado todas las expectativas”.
Por otra parte, el Sistema Nacional de Información Ganadera (SNIG) en base a datos surgido por la Declaración Jurada de Dicose 2020, reportó que la existencia de vacunos lecheros cayó 3%, siendo de 734.000 cabezas. Además, el año pasado la actividad lechera ocupó 746.000 hectáreas, 2% menos que la superficie de 2019.
El subsecretario del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), Walter Verri, y el intendente de Río Negro, Omar Lafluf, fueron consultados sobre lo que está pasando en la industria lechera nacional, Alimentos Fray Bentos, y cómo se soluciona la falta de leche que sufren las industrias de todo el país.
Falta materia prima
La falta de materia prima “es un tema del Ministerio de Ganadería, pero repercute en el Ministerio de Industria”, dijo Verri, por tanto, el abordar soluciones “requiere que tengamos complementariedad de miradas y acciones”. “Tenemos preocupación en el tema, las inequidades en el sector se notan y repercuten sobre el aparato productivo” y el trabajo de las personas, agregó.
El problema “no es de ahora”, se trata de “un proceso de falta de productividad que ya estaba instalado antes del inicio de la pandemia”, añadió. “Es un tema que nos preocupa porque la producción está concentrada en nuestra principal empresa que es Conaprole, que es un orgullo nacional” por la calidad de sus productos y por ser la mayor exportadora, pero procesa el 80% de la leche que produce el país, “el resto se divide en otras industrias, dos de ellas de mediano porte y las otras más chiquitas que tienen remisiones menores”.
Los ministerios de Ganadería e Industrias están analizando “algunas herramientas” como “la modificación del Fondo Lechero asistiéndole con recursos de Fogale (Fondo de Garantía para Productores Lecheros)”, la “flexibilización del Fogale para que puedan acceder la mayor cantidad de productores”
Son medidas que “pueden parecer pequeñas”, pero se están tratando de hacer correcciones sobre temas reclamados por los productores y seguramente se elaborará un proyecto de ley cuando todas las partes se pongan de acuerdo. Ese proyecto le ley corregirá algunas inequidades del Fondo Lechero con montos que aún no están cerrados” pero podrían implicar unos US$ 11 millones de dólares del Fogale.
Asimismo, “como Ministerio nosotros estamos planteando un fondo rotatorio que permita a las industrias más pequeñas darle a sus remitentes esos recursos para producir más leche, invertir en alimento animal y genética, a su vez un repago con la remisión que permitiría mejorar su producción” e incrementar la producción de leche que la industria tanto necesita.
Además, se está “analizando una ley de lechería que es un proceso más ambicioso” a la vez que “otros organismos están tratando de potenciar la producción de leche”.
Respecto al fondo rotatorio Verri dijo que “estamos en conversaciones con la Asociación de Productores de Leche y se trata de establecer un fondo de algunos millones de dólares”. El productor más chiquito no siempre tiene forma de llegar al sistema financiero, entonces “a través de la industria puede hacerse de algunos créditos pequeños pero que para ellos pueden ser muy importantes para producir más y mejor. A su vez a la industria le permite producir más leche, fidelizar a ese remitente y sobre todo estabilizarlo”.
Es verdad que no solo los pequeños tienen dificultades, reconoció Verri, pero hay unos 700 productores que no tienen acceso al sistema bancario, y “de esta manera lo tendrían”.
El 83% de la leche producida la absorbe Conaprole
Consultado puntualmente sobre la empresa Alimentos Fray Bentos (AFB), Verri dijo que “el problema de esta industria es la remisión de leche, el mismo desafío que tienen otras plantas”. “La solución no es fácil porque pasa por una materia prima que falta. No es que los productores no tengan a quien vender, al contrario, todo lo que se produce se procesa”.
El intendente Lafluf en tanto expresó que se siente parte de AFB: “La vi nacer, peleé dos años con la tranca argentina en la Comisión Administradora del Río Uruguay porque no querían que la planta se instalara” pero finalmente lo logró y se instaló en un predio de 80 Has y con una inversión de unos 80 o 90 millones de dólares. Sus instalaciones fueron “valoradas por todos los ministros que estuvieron, especialmente los de Industria y Ambiente, por ser una de las plantas más modernas de Latinoamérica”.
“AFB arrancó bárbaro, pero comenzaron a cerrar muchos tambos y si la producción crece es en manos de megatambos”, además de haber “una concentración industrial”, apunto.
“Yo no estoy contra Conaprole, pero la realidad es que el 83% de la leche la tiene Conaprole y con el 17% tiene que vivir el resto de las industrias del país, y como intendente tengo la obligación de defender a Claldy y AFB, sería un pésimo intendente si no me preocupara la suerte de esas empresas que tienen 250 trabajadores una y 200 la otra, además que agregan valor a la producción en mi departamento”, expresó.
Lafluf comparó la producción sojera con la lechería. “Río Negro es un departamento agrícola: la soja que produce sale del campo al puerto y del puerto al mundo, no le agregamos un peso. En el caso de la lechería tienen que entender que me preocupe y que no quiero que estas empresas caigan”.
“No quiero otra Pili que no cayó por la deuda, cayó porque se quedó sin leche”, enfatizó en referencia a la empresa láctea de Paysandú.
Parque Tecnológico en Río Negro
Lafluf coincidió con Verri en el concepto de que la solución no se logra de un momento a otro, sino que lleva un tiempo. “Todos estamos todos dispuestos a apoyar el crecimiento de la cuenca”, dijo y enfatizó en las medidas mencionadas por el subsecretario.
“Hace un tiempo trabajamos con el MIEM en un proceso de racionalización de gasto energético” para lo cual “van a venir técnicos y van a decir qué se puede ahorrar en el consumo”. No es reducción de tarifa, “por ahora ahorro en el consumo” aunque “reducir la tarifa también ayudaría, como ayudaría si podemos hacer algo con el gasoil” aunque en menor medida, dijo Lafluf.
Otra posibilidad manejada por el intendente, aunque de largo plazo, son los campos de recría: “Acá lo hay que dar son créditos blandos, con algún año de gracia”, eso “ayudado con un buen campo de recría que permita tener la vaquillona y devolvérsela al tambero inseminada y a punto de parir, puede ayudar”, propuso.
Además, el intendente dijo está trabajando para lograr que se declara Parque Tecnológico un predio propiedad de la Intendencia. “La diferencia entre el Parque Tecnológico y la Zona Franca es que ésta última es para un objeto específico, por ejemplo, producir celulosa. El Parque Industrial tiene prácticamente los mismos beneficios, pero no tiene por qué ser para un solo objeto de producción. Se pueden poner varios rubros, en eso estamos y nos ayuda mucho el Banco Interamericano de Desarrollo”, adelantó. Y el predio que involucraría esta declaración tiene una extensión de 200 hectáreas en las cuales 80 están prontas para edificar”. En ese predio se encuentra la planta de Alimentos Fray Bentos.
Problema sanitario
Lafluf dijo que hay “otro problema” que es de índole sanitario: “es el problema de la tuberculosis que llegó a Olam”, la empresa multinacional de Singapur, que proporcionaba la materia prima. “Son 4 o 5 tambos cerrados por tuberculosis. Yo hablé con el responsable de Olam y me dijo que no tiene solución” y que llevó a la liquidación “a un número muy grande de vacas”. Es un tema que preocupa al gobierno y no es fácil encontrar la solución”.
Que no nos pase como con la lana
Lafluf dijo que hace años ocurrió algo parecido con la lana. “Lo que se obtenía por esquilar una oveja no daba para pagar la esquila. No es que no ganabas, no daba para pagar la esquila y los productores liquidaron las majadas. Cuando la lana empezó a repuntar no teníamos ovejas. Ahora que el precio internacional de la leche está subiendo, que no nos encuentre sin vacas y sin industrias”.

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