La batalla de los contratos, especialmente en las cláusulas referidas a los costes de producción, se extiende con especial virulencia al sector lechero. La asociación mayoritaria de productores, Agaprol, con sede en Valladolid, alerta a los ganaderos y los recomienda revisar todas las cláusulas antes de firmar, mientras UPA denuncia una «tormenta perfecta» en el sector ya que los ganaderos lácteos sufren «costes disparados que les hacen perder entre 2 y 3 céntimos por cada litro de leche que producen».
Agaprol advierte de que la cláusula firmada sobre costes de producción «ha de ser cierta y no un simple punto dentro de las muchas que incluye un contrato». La Organización de Productores Lácteos (OPL) considera que de no ser cierto lo firmado en el documento «podría invalidarlo para el futuro». Por eso, Agaprol se ha dirigido por escrito al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, porque considera imprescindible que la Administración «haga públicos los datos de costes de producción en las granjas, para poder iniciar con garantías la negociación de los contratos lácteos con las industrias. Si el Ministerio no hace públicos esos datos estará abocando al sector a firmar cláusulas dentro de los contratos sin la información a la que la propia ley obliga a las partes: industrias y ganaderos».
La OPL, que en estos momentos está negociando los contratos lácteos de sus socios con 11 industrias que aglutinan más del 50% del volumen total de leche producida en España, asegura que este momento es «clave para la negociación y el futuro del sector», y alerta de que los ganaderos «no cuentan con los datos oficiales de costes de producción del vacuno de leche como indica la propia ley».
Estudios realizados por veterinarios y nutrólogos independientes para Agaprol «demuestran que sólo el coste de alimentación –el 60% del total– ha subido desde el mes de octubre en más de tres céntimos por litro en las explotaciones», asegura la OPL. «Esta realidad hace inviable buena parte de las propuestas que estos días realizan las industrias a los ganaderos con ofertas que igualan e, incluso, bajan de precio con respecto a lo firmado para el año pasado».
La «tormenta perfecta» que denuncia, por su parte, Upa, es consecuencia de que «los costes se sitúan sobre los 30 euros por tonelada de leche producida, la energía ha subido un 20-30%, los cereales y las proteínas, en especial la soja y sus derivados, también han crecido, al igual que los costes salariales y de servicio». A esto se suma «una caída de las cotizaciones de los terneros y de las vacas que va del 20 al 30%».
UPA ha explicado que la situación es paradójica: los consumidores demandan leche española «más que nunca». Sin embargo, las industrias y la distribución no terminan de remunerar adecuadamente a los productores. Por ello, la Opa ha pedido al Ministerio «que actúe y rompa esta paradoja incomprensible convocando la Mesa Láctea y haciendo que se cumpla la Ley de la Cadena Alimentaria».