Mucho se habla de los precios que el Estado paga por los alimentos, poco se dice de los riesgos que implica venderle.

“Estamos desesperados, son más de 1.300 Toneladas de leche que nos deben, y sabemos que con otros alimentos pasa lo mismo, porque nos llaman diciendo que tienen los depósitos vacíos, pero hay contratos vencidos hace 90 o 120 días que no se pagaron, y por eso las últimas licitaciones quedaron casi vacías.”
En Off un empresario que suele venderle leche al Estado nos contaba la situación que están atravesando. El Ministerio de Desarrollo Social tiene demoras alarmantes en liberar los pagos por cambios permanentes en el personal y lo que hace 3 o 4 meses podía ser un buen negocio hoy es una pérdida cuantiosa.
Es que esa leche fue vendida a un precio promedio de 2.800 dólares, un valor interesante de acuerdo a lo que se pagaba en el mercado en ese momento. Pero cuatro meses después, el precio que se puede colocar la ubica cerca de 4.000 dólares la tonelada.
Y la presión crece, porque cada día que pasa los alimentos no llegan a los comederos y organizaciones sociales que dependen del Estado para alimentar a un número creciente de ciudadanos que están en la indigencia y los llamados a las empresas para que se anoten en las licitaciones son cada vez más frecuentes. Llamados hay, pero la plata no está.
“Es muy simple, que pongan a cualquier comprador de un súper chino y vas a ver como les sobra la mercadería, pero no, llenan el estado de burócratas que lo único que compraron alguna vez en su vida fue la cerveza en el quiosco de la esquina. Así no se puede”, cerró el empresario.

Te puede interesar

Notas
Relacionadas

Más Leídos

Destacados

Sumate a

Mundo

Seguinos

Suscribite a nuestro newsletter