La industria láctea argentina –seguida de lejos por la molinera– es la más perjudicada por el congelamiento de precios de alimentos básicos instrumentado por orden del gobierno nacional.

En el último año, según los últimos datos publicados por el Indec, la “canasta láctea” mostró una inflación interanual del 18,1% versus un 39,6 % el promedio de alimentos y bebidas no alcohólicas en comercios y supermercados de la ciudad de Buenos Aires (CABA-GBA).
Casi todos los productos de la “canasta láctea” están comprendidos en el congelamiento de facto dispuesto por el Estado nacional (leche fresca en sachet, leche en polvo, queso cremoso, queso pate-grass, yogur firme y manteca). La única excepción es el queso sardo, cuyo elevado valor impide realizar ajustes significativos de precios en la actual coyuntura de crisis económica.
Empresas Descuidadas1
La imposibilidad de ajustar precios en función de la dinámica inflacionaria de costos está perjudicando de manera significativa a las compañías lácteas que comercializan productos en el mercado interno. El caso más emblemático es el de Mastellone Hnos, que esta semana informó que en 2020 registró un pérdida neta de 2287 millones de pesos.
Mastellone Hnos registró ganancias en Brasil y Paraguay, pero perdió toneladas de dinero en la Argentina ¿Por qué será?
En segundo orden se encuentra la “canasta farinácea” con un ajuste interanual promedio del 22,8%, aunque con contrastes marcados entre los diferentes productos: mientras que el pan francés ajustó un 33,7% y los fideos guiseros un 38,7%, la harina de trigo apenas subió 3,3% en el último año.
El pollo entero finalmente logró recuperarse luego del “retraso” que venía registrando con un ajuste interanual del 55,4%, mientras que los huevos, en cambio, ajustaron bastante menos: un 32,8%.
La canasta cárnica bovina –integrada por asado, carne picada, nalga, paleta y cuadril– es la menos comprometida al experimentar en el último año un ajuste superior al promedio con una suba de 70,7%. Los consumidores argentinos, amantes incondicionales de la carne vacuna, es una de los últimos consumos que restringen en una situación de crisis económica.
Un aspecto llamativo es que, si bien en Capital Federal y Gran Buenos Aires la inflación promedio en alimentos y bebidas fue del 39,6%, en el NEA fue de 52,5%, en el NOA de 49,5%, en la región pampeana del 47,5% y en Cuyo de 45,9%.
Empresas Descuidadas2

Te puede interesar

Notas
Relacionadas

Más Leídos

Destacados

Sumate a

Mundo

Seguinos

Suscribite a nuestro newsletter