Una particularidad es que no se puede dejar de ordeñar a la vaca una vez que entre en el ciclo porque cuando la ubre se recarga, por presión o estímulo fisiológico, deja de producir leche. Por lo que es muy difícil que el animal pueda volver a su ciclo normal.
El promedio de producción de cada vaca es de 3 años. Sin embargo, en los tambos más eficientes, el animal suele estar en producción por más años.
Al momento de parir, la vaca amamanta al ternero por 48 horas (para que tome el calostro) y luego, el recién nacido se retira a las famosas guacheras por 45 a 60 días, para más tarde se lo recríe y a los dos años ingresa al tambo.
La producción inicial, inmediatamente se da tras el parto, es más bien moderada (moderada en parámetros de vaca) y va creciendo hasta alcanzar un pico que puede llegar a ser de 40 litros al día. A partir de ahí va descendiendo hasta que se acerca un nuevo parto y se corta la producción de leche (aproximadamente dos meses antes de la llegada de un nuevo ternero), de modo que la vaca pueda recuperarse para un nuevo ciclo.
Algunas vacas llegan a producir 20.000 litros en una lactación, en los 9-10 meses que ésta dura, aunque lo normal es que se sitúe alrededor de los 12.000.
¿Por qué estos cambios en la cantidad de leche producida?: Esto no es más que el proceso natural de producción según las necesidades que tiene el ternero: cuándo la cría nace, su único alimento es la leche, conforme su peso aumenta, sus necesidades van aumentando y requerirá mayor cantidad de leche hasta que el ternero inicia el consumo de otros alimentos sólidos como el forraje, pasto, etc. y a partir de ahí la cantidad de leche que necesita comienza a disminuir.
La selección genética, el manejo cuidadoso y una sanidad exquisita han mejorado de forma espectacular la producción lechera, así que, hoy día hay vacas seleccionadas que, con una alimentación diseñada al milímetro y con temperatura ambiente regulada (calefacción en invierno y vaporización en verano) llegan a producir la friolera de 217.000 litros en 11 años, record Guinness que ostenta una vaca canadiense.