Poco más de un año atrás, cuando la crisis que desataría la pandemia no cabía en la mente de nadie aún, Luis Pagani mencionaba al coronavirus como uno de los factores a seguir que podrían influir negativamente en el escenario económico global de 2020. En la entrevista exclusiva con APERTURA también hablaba de los precios de los alimentos, la discusión sobre los formadores y la inflación, en el ojo de la tormenta mediática en esas semanas de febrero. La historia de lo que sucedió con el Covid excedió a cualquier alerta temprana; la de la economía argentina y sus problemas recurrentes se agravó, al punto que los mismos temas siguen dominando la agenda 12 meses después.
La pandemia y sus protocolos continúan y esta vez el presidente de Arcor respondió por escrito las preguntas de la revista. Pero no dejó de referirse a los planes del grupo cordobés para este año, la situación del consumo masivo en sus distintas categorías y los intentos oficiales por ponerle un techo a la inflación. Anticipó el ingreso de la empresa en la categoría de pastas secas y habló sobre el joint venture con la multinacional estadounidense Ingredion para la producción de insumos alimenticios, una de las escasas noticias de negocios en lo que va de otro año que será, nuevamente, atípico.
– ¿Cómo cerró 2020 Arcor? El Grupo había comenzado un proceso de ajustes de costos para revertir las pérdidas del año anterior, con buenos resultados. ¿Cuál fue el balance?
En términos generales, los resultados de 2020 muestran una mejora respecto al año anterior, en gran parte gracias a diferentes acciones que habían sido iniciadas en 2019, entre las que se encuentran reorganizaciones operacionales, la aplicación de fuertes políticas de contención de gastos, un estricto control de los niveles de stock, un adecuado manejo del capital de trabajo y un menor nivel de deuda y la reducción de cargos financieros.
– En volúmenes, ¿en qué nivel están hoy las ventas? ¿Cómo describiría la situación del consumo masivo?
Actualmente el consumo se comporta muy similar a como finalizó en 2020, con mayores niveles de venta de productos de la canasta básica y esperando que la circulación reactive las categorías on-the-go, que los consumidores adquieren en canales tradicionales como kioscos.
“Hay que mirar con perspectiva de al menos cinco años para tener un horizonte. Se requiere de acuerdos básicos entre los sectores”
El año pasado cerramos con un crecimiento en volumen de ventas de 2 por ciento respecto a 2019, principalmente traccionado por el negocio de Alimentos que tuvo una importante recuperación, a pesar de la caída en otras categorías, como el caso de Golosinas.
– ¿Qué está ocurriendo en las distintas categorías? ¿Cuáles son las más y menos afectadas de los principales segmentos?
Hay que pensar que estamos comparando con un primer trimestre del año pasado, cuando todavía no se sentían los efectos de la pandemia y en ese sentido, el comportamiento del consumidor era muy diferente.
A partir de ese momento hubo cambios en los hábitos de consumo y algunas categorías se vieron favorecidas, entre las que se destacan aquellas vinculadas al consumo hogareño, traccionado por el consumo de las familias, que al pasar más tiempo en sus hogares incorporaron nuevos hábitos como la repostería, que implica comprar productos como el chocolate cobertura, al mismo tiempo que se gratifican con el consumo de algún chocolate.
– ¿Qué escenario prevé para este año? ¿Habrá un rebote?
Sin duda, el contexto actual es desafiante por una serie de factores internos y externos. Es difícil imaginar cuándo y cómo será la nueva normalidad post pandemia desde el punto de vista del negocio.
Veo un primer semestre con niveles de consumo similares a los últimos meses de 2020 y tal vez una recuperación que sería muy gradual para lo que resta del año, que no sería únicamente en Argentina, sino también en la región de Latinoamérica.
A su vez, estaremos sujetos a los avances en el plan de vacunación para atenuar la segunda ola de contagios y a las medidas sanitarias que se adopten.
US$ 2500 millones facturó Arcor en 2019.
– ¿Las segundas marcas son el segmento al que se vuelca hoy el consumidor? En ese sentido, ¿reformularon su portafolio o modificaron estrategias? ¿Cómo reaccionaron?
Arcor compite en distintas categorías. Hay categorías donde las primeras marcas no han sido tan afectadas, como el caso de Chocolates. En cambio, por ejemplo en el segmento Galletas, las segundas marcas han tenido mayor incidencia, especialmente en autoservicios.
En definitiva, depende el negocio y del canal comercial. A pesar de que se ve una caída en el canal moderno, si lo analizamos en retrospectiva este canal recuperó el volumen que venía perdiendo en los últimos dos años.
También en el contexto de la pandemia tomamos determinadas medidas que nos permitieron reaccionar de manera rápida. Nos preparamos para enfrentar la coyuntura y tener la flexibilidad para superarla. En este marco hemos acelerado procesos de digitalización, entre ellos lanzamos la plataforma de e-commerce Arcor en Casa, para llegar a aquellos consumidores que eligen realizar una compra programada a través de las plataformas digitales.
ACUERDOS PARA TENER PREVISIBILIDAD