El 29 de octubre del año pasado la Cámara de Senadores dio media sanción al proyecto de ley para el Etiquetado Frontal de Alimentos Envasados y Bebidas Alcohólicas, que ahora aguarda pacientemente en la Cámara Baja para ser tratado.

Si bien las comisiones de Legislación General, Salud, Defensa del Consumidor e Industria de Diputados están a un paso de emitir dictamen, aún no hay una fecha para el debate en el recinto.

Pese a lo avanzado del trámite parlamentario, el poder Ejecutivo, a través de la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL), anunció que planea impulsar una nueva regulación sobre etiquetado porpio, que tendría apoyo empresario pues sería menos severa que la ley. Esto puso en alerta a las ONG.

El proyecto de ley que recibió media sanción en 2020 contempla, entre otras cosas, un sistema de advertencia con forma octogonal, que incluya la leyenda “Exceso en…”, aunque podría cambiarse por “Alto en…” si las negociaciones continúan. También estipula que los rotulados se harán en base al sistema de perfil de nutrientes aprobado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Además de considerar que ese sistema de advertencia es “alarmista”, las cámaras empresarias del sector alimenticio advirtieron que el proyecto puede generar problemas con los países miembros del Mercosur y entorpecer el comercio internacional.

Este pensamiento quedó respaldado cuando Jorge Neme, secretario de Relaciones Económicas Internacionales, sostuvo frente a Diputados que era necesario “evitar generar obstáculos innecesarios” en el comercio externo.

Por eso no sorprendió que, por fuera del Congreso, la CONAL -integrada por la Secretaría de Cuidados de la Salud, la de Comercio Interior y la de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional dependiente del MAGYP- anunciara una reunión extraordinaria para el 14 de abril, en la que se presentará un proyecto alternativo en línea con los intereses del Mercosur. No se sabe todavía si se planea aplicar directamente -a través de un decreto o una resolución conjunta- o mediante el envío de un nuevo proyecto al Congreso.

La reunión de la reunión especial del 14 se realizó la semana pasada, a través de un comunicado oficial.

Casi inevitablemente, ese anuncio generó el descontento de más de 80 organizaciones nacionales y regionales, tanto civiles como universitarias vinculadas a la salud y la nutrición, que firmaron declaración alertando que la propuesta de la CONAL “es inferior al proyecto que se está debatiendo actualmente en la honorable Cámara de Diputados”.

Estas ONG resaltaron, por ejemplo, que la iniciativa alternativa permitiría que “ciertos productos como bebidas azucaradas, que contienen dos cucharadas de azúcar aproximadamente por vaso, no lleven el sello de advertencia que informe el exceso de azúcar”.

Indicaron además que iría en contra de la voluntad legislativa y el aval obtenido de organizaciones internacionales como la OPS (Organización Panamericana de la Salud) , UNICEF y FAO.

“Avanzar en un Etiquetado Frontal de Alimentos a través de espacios menos representativos que el Congreso, atenta contra la protección del derecho a la información, a la alimentación adecuada y a la salud de las y los consumidores argentinos”, dijo Mónica Pires, coordinadora del área de incidencia de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) en Argentina.

“Solicitamos al Poder Ejecutivo que la discusión de este tipo de políticas se genere a través de procesos que garanticen el consenso, el debate, la representatividad de la voluntad del pueblo, la deliberación y su correcto diseño, a fin de garantizar la implementación de una política pública, libre de conflictos de interés”, concluyó la declaración.

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