Resultante de la coagulación de las proteínas de la leche, el lactosuero contiene elevadas concentraciones de aminoácidos que se asocian a riesgo cardiovascular.

En ningún otro momento de la historia se ha tomado tanta leche como ahora, en el caso de los países en desarrollo. Esto, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), tiene que ver con el aumento de los ingresos, el crecimiento demográfico, la urbanización y los cambios en los regímenes alimentarios.

Pese a que es bien sabido que la leche y sus derivados desempeñan un rol fundamental en la nutrición y desarrollo humano saludable, especialmente en la infancia, han empezado los cuestionamientos de este aporte nutricional debido a recientes estudios e investigaciones. La polémica es a raíz de las investigaciones que se adelantan por la adición de lactosuero a la leche.

“En los estudios realizados sobre el lactosuero, se ha demostrado que contiene elevadas concentraciones de aminoácidos, lo que se asocia a un elevado riesgo cardiovascular. Si bien los aminoácidos son esenciales para el metabolismo y se relacionan a una función cerebral adecuada, el lactosuero es un desecho que se descarta en la preparación del queso y puede ser usado para la producción de otros alimentos como: alimentos para bebés, dietéticos, embutidos, panadería y repostería, pero no es recomendable que se agregue a la leche de vaca, ya que este diluirá su composición y disminuye el aporte de calcio”, explica Inés Sofía Morales, nutricionista, investigadora y docente de la Fundación Universidad San Martín.

Enfermedades relacionadas

Si bien la leche es un alimento complejo que contiene numerosos nutrientes, la mayoría de estos no funcionan de forma aislada, sino que interactúan con otros componentes, en otras palabras “al estar involucrados en más de un proceso biológico, a veces causan efectos contradictorios sobre la salud. Por lo tanto, si bien el consumo de leche se asocia con un menor riesgo de enfermedades como la osteoporosis, el cáncer colorrectal y la diabetes tipo 2, existe preocupación por la posible asociación entre un alto consumo de productos lácteos a otras dolencias como las enfermedades cardiovasculares y el cáncer de próstata”, afirma la experta.

Leche para madres lactantes

Hay quienes indican que el consumo de lácteos por las madres durante la lactancia provoca cólicos en los recién nacidos, lo cual ha hecho que algunos pediatras recomienden suspender los lácteos de la dieta materna durante la lactancia. “Como nutricionistas y dietistas debemos cuestionar el consumo de leche de vaca por parte de las madres de recién nacidos, considerando la intolerancia a la lactosa de la leche de vaca, por su componente de azúcar denominado lactosa, que no se digiere en ausencia de la enzima lactasa”. Para la investigadora, “las recomendaciones sobre el aporte energético y nutricional de consumo de leche de vaca se realizan de manera individual y acorde a variables, como edad, estado fisiológico y/o patológico, entre otros”.

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