Desde el inicio de la pandemia que la cuenca lechera Mar y Sierras se sumó a una iniciativa que promovió la Cooperativa Nuevo Amanecer para ayudar a los sectores más necesitados y provisionarlos de leche a través de los distintos Bancos de Alimentos de Mar del Plata, Balcarce y Tandil.

El proyecto “Leche Solidaria” comenzó en abril del año pasado y si bien en principio el objetivo era sostenerlo por seis meses, finalmente decidieron extender los esfuerzos “hasta cuando les sea posible”. Vale destacar que sólo en 2020 entregaron casi 100 mil litros a los comedores.

Como la unión hace la fuerza, llevar adelante la idea fue posible gracias al entramado que gestaron entre Nuevo Amanecer, los productores de la Cuenca Mar y Sierras y una empresa privada de envases, que gestionaron con el Banco de Alimentos Tandil (BAT) y sus otras delegaciones zonales.

Un entramado solidario

“Como empresa recuperada e integrante de la Economía Solidaria no olvidamos nuestras raíces y creemos que es fundamental sostener la producción de alimentos de primera necesidad y garantizar su acceso a los sectores más necesitados”, manifestaron públicamente desde la Cooperativa local, dejando en claro ese afán de ayudar y su orgullo por lograrlo.

El director del BAT, Mario Bañiles, reconoció los esfuerzos y enfatizó cómo la cadena láctea local pudo conseguir el compromiso de los productores y otros eslabones necesarios para conceder este alimento esencial ya envasado. “Nos entregan 300 litros semanales de leche”, confirmó.

Por su parte, el titular de la Cuenca Mar y Sierras, Juan De Pian, recordó cuando desde la cooperativa invitaron a participar de la iniciativa a quienes les remiten de leche y fueron 17 los productores que se sumaron en principio para donar litros a criterio.

A pesar de la compleja coyuntura por la que atraviesan los tamberos, se adhirieron a la campaña para solidarizarse con los más necesitados. Personalmente De Pian reveló que dona a razón de 50 litros por día de su producción, que como el tambo está ubicado en Balcarce lo destinan al Banco de Alimentos de esa ciudad. Sin embargo, el que mayor cantidad recibe es el de Mar del Plata, justamente por la demanda que es más elevada.

Al tiempo de recibir la invitación se sumó la Cuenca en sí misma y con el visto bueno de los socios, comenzaron a utilizar una parte de los aportes que realiza cada uno para distribuir esa “Leche Solidaria” en el BAT y que ellos la entreguen.

“En principio se propuso que dure por un período de seis meses, pero la realidad es que mientras lo podamos sostener lo vamos a seguir haciendo”, aseguró.

Asimismo, el productor lechero indicó que desde la Mar y Sierras ponen el valor de la leche, mientras que Nuevo Amanecer se ocupa de la industrialización, mientras que la empresa Beniplast pone el sachet. Todos estos componentes se pueden ver en el envasado, donde incluso figura el apoyo del Municipio de Tandil.

Rescate de frutas y verduras

Entre los tantos proyectos que lleva adelante el Banco de Alimentos para gestionar y tener mayor accesibilidad a productos alimenticios, Mario Bañiles señaló que lo del Centro Hortícola solidario que comenzaron a desarrollar en Mar del Plata en noviembre del año pasado ha crecido notablemente, logrando al día de hoy recuperar unos 50 mil kilos de verduras.

“Todas las semanas estamos viajando y distribuyendo en organizaciones de la ciudad productos que están muy buenos en calidad y que, de lo contrario, hubieran sido descartados”, enfatizó, manifestando su contento.

Estos cintos de litros logrados mensualmente son repartidos, como se mencionó, en los Bancos de Alimentos de Tandil, Balcarce y Mar del Plata, lo que les permite distribuir entre las organizaciones que dependen de ellos para alimentar a los sectores más vulnerables, que han expandido su demanda desde que comenzó la pandemia.

Vale recordar los Bancos de Alimentos de Balcarce, Tandil y Mar del Plata se unieron en un acuerdo con el INTA para armar un centro de rescate en común de verduras y frutas en el predio de la Sociedad Rural de Mar del Plata, en pleno cinturón frutihortícola donde hay alrededor de mil productores.

Así, unos 50 mil kilos por mes que llegan a comedores comunitarios de la zona, gracias a los productores de frutas y verduras que donan sus excedentes, generando un círculo virtuoso y un beneficio bilateral, ya que en lugar de tirar la mercadería que les sobra la donan a los bancos que la retira, y evitan así la logística de deshacerse de esa mercadería.