La carga impositiva supera la participación de la producción primaria en estas cadenas de valor. El Gobierno intenta combatir la suba de precios con más controles pero el 75% de los impuestos son nacionales.

Desde hace meses el Gobierno intenta frenar el aumento de precios de los alimentos imponiendo controles de precios o amenazando con subir retenciones a las exportaciones de productos primarios.

Sin embargo, en la estructura de costos de los productos finales, el peso de los impuestos, nacionales y provinciales, en muchos casos es más representativo que los insumos.

El pan, la leche y la carne, tres productos que integran la canasta básica de alimentos, tienen una carga impositiva que va del 22% al 28% del precio final según los casos, un porcentaje que iguala o incluso supera la participación de los productores de trigo, el tambo o el productor ganadero.

Un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), sostiene que en el precio del pan, por caso, el trigo representa apenas el 13% del precio final, mientras que el molino explica el 5%, la panadería el 60% (incluye dos procesos, producción y comercialización) y los impuestos el 22%.

Inflacion en alimentos1

En el caso de la leche, por su parte, el tambo representa el 35%, seguido por la industria con 33% del precio final, y el comercio el 6%, con impuestos que llegan al 26% del valor en góndola.

Inflacion en alimentos2

La carne vacuna, en tanto, muestra una participación impositiva aun mayor. Mientras el productor en la etapa de cría se lleva el 30% del precio final, el feedlot (terminación del animal) explica el 27%, el frigorífico el 6% y la carnicería el 9%. Los impuestos suponen un 28% del precio que pagan los consumidores.

Inflacion en alimentos3

El informe difundido esta tarde corresponde al relevamiento semestral de la entidad, en este caso tomando los datos de febrero de 2021.

“Algo llamativo de este estudio es que demuestra la alta carga tributaria que tienen alimentos que son básicos, como el pan, la carne o la leche”, asegura David Miazzo, economista jefe de FADA, y uno de los autores del informe, junto con las economistas Natalia Ariño y Nicolle Pisani Claro.

Miazzo destaca que en promedio “uno de cada cuatro pesos que pagamos por estos productos son impuestos que se acumulan a lo largo de la cadena” y enfatizó que en el caso del pan, pesan más los impuestos que el trigo y la harina que se usó para hacer ese kilo de pan”.

Cuando se analiza el caso de la carne y la leche, pasa algo similar. Un productor ganadero o tambero participa en una proporción apenas por encima de los impuestos del precio final, sin embargo, hay costos muy elevados en esas actividades, especialmente en cuanto al tiempo de cría, que llega hasta tres años o más.

La paradoja es que con cada aumento el Estado recibe una tajada mayor de impuestos, con creciente participación de los impuestos nacionales.

“Al analizar el precio del pan según qué lo compone, se detecta que el 67% son costos, 22% impuestos y 11% ganancias”, sostiene el informe de FADA. Y entre los tributos, el 75% son nacionales, 22% provinciales y 3% municipales.

“El Impuesto a las Ganancias e IVA concentran el 68% de los impuestos pagados por la cadena”, destaca.

Un caso extremo es la leche. Del precio final pagado por el consumidor, “el 89,2% son costos, el 26% impuestos y -15,2% son pérdidas de la cadena”, destaca FADA. En la participación impositiva, el 78% son tributos nacionales (el IVA representa el 67%), mientras que el 18% provinciales y 4% municipales.

En este punto, Miazzo da una explicación que sorprende, porque mientras debería estar exenta por ley, la leche paga el 21% de IVA, asegura.

“El problema está en que la ley contempla exenta la leche pasteurizada, producto que casi no se produce ni consume. En cambio, la leche que sí se produce y consume actualmente es la ultrapasteurizada, razón por la cual no queda exenta”, aclara Miazzo.

En cuanto a la carne, del total de carga impositiva de la cadena de valor, el 75% son tributos nacionales (impuesto a las Ganancias, IVA, impuesto al cheque), 20% provinciales (inmobiliario rural, ingresos brutos) y 5% municipales.

Para Miazzo la inflación en Argentina “está ligada al déficit público, la emisión monetaria y la falta de confianza. Por ello, es imposible combatirla desde los controles de precios, los derechos de exportación o las restricciones para exportar”.

Te puede interesar

Notas
Relacionadas

Más Leídos

Destacados

Sumate a

Mundo

Seguinos

Suscribite a nuestro newsletter