Productores lecheros de la región centro y sur del estado, deben enfrentar el aumento de insumos de producción por la falta de agua en la región, el atraso de pagos por parte de Liconsa y los bajos precios a puerta de Corral, lo caro que resultan las alternativas como los expendedores de leche fresca y la pérdida de animales que les compran también a bajo precio, por la necesidad que tienen de vender para obtener recursos urgentes.
“Lo que es el saqueo del agua nos trajo problemas y con la sequía se encarecieron los productos del forraje, entonces, ese es uno de los problemas fuertes porque necesitamos los concentrados, las medicinas y los minerales para producir leche de calidad para la población y el sector social”, informó Santos Anchondo, líder productor de Estación Consuelo, quien detalló, al igual que el pequeño productor Horacio Robles, que el precio al que Liconsa les paga el litro y los atrasos, hacen inviable su producción actual.
“Producir un litro de leche ya está más caro de lo que no los pagan, porque ya están muy caros los insumos, pobremente a mí me cuesta producirlo 7.75 pesos por el concentrado, rolado, los minerales y lo elemental, pero ya se aumentó mucho el maíz, al productor ya le llega todo, menos el dinero por la leche”, indicó Robles, productor de la pequeña propiedad de Lázaro Cárdenas.
Anchondo, comentó al respecto que el saco de concentrado el año pasado valía de 188 a 190 pesos y ahorita aumentó a más de 300 pesos, mientras que las pasturas también han ido en claro aumento, mientras que la competencia más desleal la encuentran en los precios que manejan los grandes productores, contra los que les da a ellos Liconsa.
“En los supermercados las fórmulas lácteas valen hasta 27 pesos y a nosotros nos siguen pagando el litro de leche fresca entre 5 y 7 pesos. Sabemos que tenemos prestadores de servicios que nos echan la mano con el enfriamiento y recolectarla a puerta de corral, pero en ese tiempo el nuevo Presidente de la República había dicho que a 8.20 a precio de corral, no en Liconsa”.
La falta de agua en la zona provoca una disminución drástica en la producción lechera, porque una vaca que producía 65 litros diarios, ahora produce 34, y el volumen lastima las finanzas de los lecheros.
Obligados a vender las vacas y expendedores no son alternativa
Debido a que no pueden sostener los costos de producción, la última opción real para los lecheros de la región centro – sur, es vender las vacas productores, que a final de cuentas les pagan a muy bajo costo.
“A nosotros esto nos ha hecho que venga un despoblamiento espantoso de gente que vende todo el hato y se quedan desamparadas varias familias, gente que vendió del caballo, la camioneta y lo que puede para tratar de salvar sus vacas, y llega el fin de semana y que le devolvieron una pipa de leche y que no entró… a nosotros nos cuerna el toro a todos tiros. Estamos perdiendo los vientres, vacas que valen de 18 mil a 22 mil pesos, nos las están comprando a 7 mil pesos para el rastro”, dijo Anchondo en tono de alerta.
Al respecto, Robles secundó el testimonio del líder lechero, cuando en una entrevista previa comentó diferentes precios, pero bastante bajos para el valor real de sus animales.
“Han vendido muchas personas sus vacas y sí, no las quieren comprar bien; una vaca que podría valer 18 mil o 20 mil pesos las andan pagando en 10 u 11 mil pesos, ya muy alto en 12 mil”, comentó el pequeño productor, quien agregó que los expendedores de leche como el de la colonia Villa Juárez, de Chihuahua, no son una opción para él y los compañeros que manejan similares volúmenes.
“Yo había oído decir que un señor de nombre Ángel Martínez había puesto uno en Chihuahua. Pero poner un expendedor no es llevar la leche directa de la vaca al consumidor, se tiene que pasteurizar y un pasteurizador no lo vamos a poder comprar ni entre 20 productores”.
Apatía institucional
A pesar de que el Presidente López Obrador había prometido la compra del litro de leche a 8.20 pesos al pie del corral, el precio real que les ofrece Liconsa es mucho más bajo y el gerente estatal de la empresa estatal, Jesús Cañas, no atiende las demandas de los productores, que buscan sobrevivir en espera de mejores tiempos.
A la fecha, Liconsa les debe dos semanas y media de pago a los productores lecheros y no hay respuestas favorables a las peticiones de ser más puntuales con los pagos, porque los gastos no paran y se agregan las vacunas puntuales para asegurar la calidad sanitaria del producto.
Anchondo, hizo un llamado a la delegada del Bienestar, Bertha María Alcalde, para que los reciba y escuche la problemática por la que atraviesan, con el fin de recibir el apoyo federal con el que se había comprometido el Presidente desde que era candidato.
“Imagínese que desaparezca esta cuenta lechera, entonces agárrese, la leche no va a bajar de 30 a cuarenta pesos el litro porque no va a haber competencia y lo que no se ha controlado por las autoridades, es que muchas de esas son fórmulas lácteas”, concluyó el líder.