ASAJA denuncia que de nuevo nuestro país queda fuera del incremento de los precios de venta de la leche de vaca en Europa, reflejado en el último informe publicado por la Comisión Europea, donde se constata que el ganadero español está entre los que menos cobra, a pesar de ser España uno de los países más deficitarios en este producto.
Además, los costes de producción son mayores en España por la propia climatología y por ser España deficitario en la producción de cereales y proteaginosas, principales materias primas que intervienen en la fabricación de los piensos compuestos, lo que nos hace más dependientes de unos mercados internacionales marcados desde hace meses por tendencias alcistas.
Según la Comisión Europea, en el mes de mayo los ganaderos europeos cobraron una media de 35,57 euros por cada 100 litros de leche. Dentro de los países más representativos, la cotización fue de 32,62 en España, de 35,60 en Alemania, de 37,25 en Dinamarca, de 36,75 en Irlanda, de 35,95 en Francia, de 36,00 en Italia, de 37,50 en Holanda y de 33,44 en Polonia.
Para un ganadero con una explotación media de Castilla y León, que con un censo de 96 vacas en producción vende 953.000 litros de leche al año, el diferencial de precios le supone ingresar 28.390 euros menos que un alemán, 44.120 euros menos que un danés, 39.350 euros menos que un irlandés, 31.730 euros menos que un francés, 32.200 euros menos que un italiano, 46.500 euros menos que un holandés, y 7.800 euros menos que un polaco.
ASAJA recuerda estos datos ahora cuando vencen la mayoría de los contratos de compraventa de leche entre ganaderos e industrias y hay que negociar y firmar unos nuevos que abarcarán los últimos seis meses del año. Con carácter general, en el segundo semestre del año se reduce la producción de leche en Europa y los costes se presuponen alcistas habida cuenta de cómo cotizan los cereales y otras materias primas en los mercados internacionales, por lo que se presupone incrementos significativos en el precio de la leche, aunque la industria española tratará de no aplicar o de minimizar lo que pueda.
La Ley de la Cadena Alimentaria y el papel de las organizaciones de productores no están siendo herramientas útiles para mejorar la posición del sector ganadero en las negociaciones del precio de la leche, por lo que el sector sigue igual de indefenso, viéndose obligado a entregar la leche al precio al que se la quieren pagar. Precisamente estos días, ASAJA pedía al Ministerio de Agricultura una reunión urgente para mostrar su rechazo a los últimos cambios introducidos en el estudio de la cadena de valor de la leche, cambios que dejan vacío de contenido el estudio y lo convierten en un documento carente de rigor.
Tras estas modificaciones está, a su juicio, una “mano negra” que no quiere que se reconozca que en el sector lácteo hay ciertos eslabones que llevan varios años en una estrategia de “acoso y derribo” hacia los ganaderos que producen leche de vaca en España, algo más de 12.000 en nuestro país, de los que cerca de 900 están en Castilla y León.