Tal como les había adelantado la semana pasada a las cámaras, comenzó este martes en la secretaría de Comercio la ronda de encuentros con el sector privado. Los aumentos a autorizar serían bimestrales.

El Gobierno comenzó esta semana con los encuentros a nivel individual con las empresas de consumo masivo para bajarles línea de cómo será la dinámica en materia de precios hasta fin de año tras el fin del congelamiento. Días atrás, en diversos encuentros con las cámaras que las representan y con referentes del supermercadismo, la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, había anticipado que si bien se había terminado Precios Máximos, la política hacia adelante seguiría siendo de control y de autorizaciones graduales, acordes a las subas de costos. Es más: a los supermercados les pidió que no acepten listas con aumentos más allá de los ya permitidos por el mismo Gobierno.

El Gobierno reconoce que en los últimos meses las compañías recuperaron rentabilidad, con los productos innovadores y con incrementos de precios en el canal tradicional -autoservicios y almacenes, comercios de cercanía-, y avalará, para los próximos seis meses, subas de precios graduales. Pero no serán ahora. Y eso quedó claro en estos primeros encuentros que Español y la flamante subsecretaria de Acciones para la Defensa de los Consumidores, Georgina Pessagno, tuvieron con las primeras empresas convocadas (entre ellas, Quilmes y Unilever). Dato de color: es la primera vez que las reuniones se realizan de forma presencial, a un año y medio del inicio de la pandemia.

La convocatoria a las empresas líderes comenzó a llegar este lunes y los encuentros se sucederán entre esta semana y la próxima. Y frente a la expectativa que tal vez algunos directivos tenían sobre pautas de aumento hacia adelante, las reuniones concretadas sólo sirvieron para dilatar la discusión.

Desde que se confirmó el fin de Precios Máximos, las empresas respiran más aliviadas. Si bien saben que la libertad para fijar precios no existirá jamás con el actual gobierno, y menos en este contexto inflacionario, aplaudieron el fin de la norma, que volvía multable cualquier incumplimiento detectado. Ahora deberán sentarse a negociar con el Gobierno cada vez que pretendan ajustar precios, pero sin esa espada de Damocles.

La convocatoria a las empresas líderes comenzó a llegar este lunes y los encuentros se sucederán entre esta semana y la próxima. Y frente a la expectativa que tal vez algunos directivos tenían sobre pautas de aumento hacia adelante, las reuniones concretadas sólo sirvieron para dilatar la discusión. “Ya los vamos a llamar para acordar aumentos graduales y bimestrales”, dijeron las funcionarias, pero no precisaron ni fechas ni porcentajes. Se trató, una vez más, de encuentros más bien políticos, sin definiciones.

Los últimos aumentos permitidos se dieron la semana pasada a las categorías básicas, que fueron las últimas en quedar fuera del congelamiento. Se hizo en simultáneo al anuncio de la nueva canasta de 70 productos “Súper Cerca” que se comercializará en los comercios de cercanía a partir de julio/agosto con el precio fijo en la etiqueta durante seis meses. Así, Comercio Interior permitió subas de entre 6% y 8% dependiendo de cada rubro, cifras similares a las que venía autorizando en otras categorías cada vez que se las quitaba de Precios Máximos.

Las categorías beneficiadas con mayor aumento, en este caso, fueron los aderezos (mayonesa, vinagre, mostaza y salsas varias); el arroz largo fino; las galletitas dulces y saladas; la harina de maíz; la harina de trigo 000 y 0000; las pastas secas (excepto las rellenas, al huevo y las importadas); y la leche en polvo de Nestlé, las leches de Danone (chocolatada Cindor) y las larga vida de Mastellone. Antes, otras habían recibido autorizaciones para ajustar y la lógica viene siendo permitir aumentos cada dos o tres meses.

Fueron convocadas para los próximos días Molinos Río de la Plata, Arcor, Nestlé, Mastellone, Danone, Coca-Cola, Mondelez y Peñaflor, entre otras. El objetivo es el mismo: informarles que van por la gradualidad -algo que las compañías ya sabían- y que serán convocadas oportunamente para nuevas autorizaciones en función de la evolución de los costos. Juega a favor del Gobierno que el dólar sigue planchado y corriendo detrás de la inflación, aunque la presión de las paritarias por encima de lo esperado y la permanente suba de las materias primas sigue generando presiones al alza.

La discusión acerca de cómo evolucionarán los precios en el segundo semestre se dará en paralelo al debate sobre la renovación del programa Precios Cuidados, que vence el 7 de julio, de la implementación de Súper Cerca, que todavía genera dudas en algunas empresas sobre cómo implementarán el acordado precio fijo en la etiqueta, y la vigente Ley de Góndolas.

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