Afines de mayo, Ecos365 daba cuenta del ingreso al programa “Precios Cuidados” de las principales cámaras empresariales de la cadena lechera, como el Centro de la Industria Láctea (CIL) y la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel). La iniciativa, que establece valores referencia para aquellos más representativos de la canasta de consumo masivo, fue vista con “buenos ojos” por la industria, que comenzó las negociaciones para su incorporación a comienzos de año.
Luego de un julio “movido”, con variables que inciden de manera directa en el negocio, Ecos365 contactó al presidente de Apymel, Pablo Villano, para conocer su mirada sobre el programa y la participación de las empresas asociadas, contemplando que hay 12 que participan en “Precios Cuidados” y sólo una tenía una experiencia previa con la iniciativa.
“Cuando arrancó esto en junio el comercio estaba más fluido y la demanda más sostenida. Ahora los que están en el programa tienen la posibilidad incluso de aumentar el volumen, pero la demanda en agosto no arrancó sostenida (hubo un freno) y la exportación bajó el precio”, analizó.
“Se da un combo que quizás en los próximos meses sea una ventaja estar en Precios Cuidados”, reflexionó Villano.
Cabe destacar que el acuerdo de “Precios Cuidados” es anual, con actualización trimestral. Precisamente en el mes de julio se registró una “rectificación de precios”.
En ese sentido, Villano admitió que desde mediados de mayo y hasta el mes pasado, “el tope máximo fue del 5%”.
De cara a lo que viene, teniendo en cuenta que la próxima actualización será en dos meses, el presidente de Apymel expresó: “Posiblemente se vuelvan a desfasar los precios porque seguimos con inflación; de todas maneras, veremos cómo estamos porque si el mercado interno presenta una retracción, aumenta el volumen y además sigue bajando el valor de la exportación, puede ocurrir que los precios bajen y no presenten un desfasaje importante”.
Debe señalarse que el volumen que aportan las pymes en el programa no es el total de la producción y, además, las empresas ponen en juego entre un 5 y 10%. Del 100% de litros aportados al programa, el 30% se reparte entre Apymel y la Junta Intercooperativa de Leche, mientras que el 70% corresponde a las empresas nucleadas en el CIL.
Relación tirante
“Al ser nuevos, los hipermercados y supermercados mandan auditorías, exigen muestras y todo se hace un poco más lento, en algunos casos hay acuerdos y en otros no; como son cantidades puntuales, se localizan en determinadas sucursales o puntos de venta y con una discusión para ver quién se hace cargo justamente del flete porque las pymes pusieron mucho empeño con números muy justos”, reconoció Villano. Y aclaró: “Al principio hubo inconvenientes, pero luego se fue atenuando”.
La primera lectura que realiza pone en evidencia que los hipermercados y supermercados “no se sienten cómodos con las pymes”. Y señaló: “No están demasiado acostumbrados a este tipo de cuestiones porque lógicamente tienen una posición dominante y son reticentes a incorporar nuevos proveedores cuando les indican que deben incorporarlos”.