El problema de los ganaderos es que no tienen capacidad para negociar con las industrias, que a su vez están fuertemente presionadas por la gran distribución. Aunque de cara a la estimación de precios en origen del segundo semestre del año se admite que va a haber una subida, las primeras ofertas que plantean las industrias más importantes que operan en nuestro país apenas cubrirían una cuarta parte de los costes que soportan los ganaderos. Esta situación se viene a sumar a la ya denunciada reiteradamente desde el año 2016, las centrales lecheras pagan al ganadero español una media de 3-4 céntimos por litro menos de lo que les pagan a los ganaderos de países excedentarios y exportadores como Alemania o Francia.
Con la actual subida de los precios de materias primas, así como del resto de factores de producción (gasóleo y electricidad), producir un litro de leche hoy cuesta cuatro céntimos de euro más que en el mes de septiembre del año pasado. Esto no se ha tenido en cuenta en los contratos realizados hasta ahora, pues el precio de la leche ha permanecido estable en una horquilla entre 32 y 34 céntimos de euro, según industrias, ganaderos y zonas de producción.
Pienso que sería necesario un mayor esfuerzo por parte de la distribución por valorizar el producto, ya que en ocasiones se sigue utilizando la leche como producto reclamo.
El número de ganaderos con entregas declaradas en vacuno de leche en el mes de mayo de 2021 fue de 11.880, lo que supone un descenso del 0,3% con respecto al mes anterior y además resulta ser un 5,6% inferior al mismo mes del año 2020.