Por ello se han dedicado muchos esfuerzos en mejorar la prevención de esta patología, que ha ido desde el control de microrganismos contagiosos, mejorar el estado e higiene de las instalaciones donde viven los animales, mejorar la rutina de ordeño y la formación de los trabajadores, y mejorar en el tratamiento de los casos de mamitis clínicas. Este último punto, de especial importancia en los últimos años de cara a la reducción de resistencias y al uso responsable de estos antibióticos.
Y dentro de las herramientas utilizadas para estos propósitos también contamos con las vacunas para la prevención de mastitis clínicas.
El uso de vacunas para la prevención de mamitis no és nada nuevo. Las primeras vacunas con componente J5 para la prevención de las mastitis por E. coli han estado presentes en el mercado americano desde los años 80 hasta la actualidad. Pero la pregunta del ganadero es siempre la misma de manera recurrente, ¿cuál es el retorno económico que voy a obtener con este producto?
La respuesta no siempre es fácil de adelantar. En primer lugar, va a intervenir la situación en la que se encuentre la explotación a nivel de incidencia de mastitis clínicas por E. coli con sus correspondientes pérdidas económicas. En segundo lugar, el precio de mercado que tenga esta vacuna en su zona, y por último el nivel de mejora que obtengamos una vez hayamos implementado el plan de vacunación.
Evaluación de la situación inicial
Como hemos comentado, el primer punto a conocer es cuánto dinero están costando las mastitis clínicas y la salud de ubre en una explotación.
Este no es un número fácil de obtener ya que intervienen muchísimos factores. Es decir, no va a tener el mismo coste una mastitis hiperaguda por E. coli en un animal de primera lactación a los 3 días postparto y que lleve a la muerte del animal, que otro caso leve en un animal de cuarta lactación que puede curar fácilmente o acabar yendo a matadero donde vamos a recuperar su valor cárnico… Pero, aunque sea un valor difícil de obtener, no por ello debemos dejar de estimarlo.
Las mastitis clínicas tienen unos costos directos y unos costos indirectos. Entre los costos directos estarían el coste del tratamiento, la pérdida por leche descartada, la pérdida de producción futura (comparada con los animales que no han sufrido mastitis), aumento de reposición de animales, servicios veterinarios (si fueran necesarios) y el incremento de horas de trabajo. Dentro de los costos indirectos encontraríamos el aumento de recuento de células somáticas de tanque (con la posible pérdida de bonificaciones o incluso penalizaciones extra en el precio de la leche), reducción de grasa y proteína en leche, mayor riesgo de residuos en leche, y el impacto negativo en el rendimiento reproductivo. Este último factor, con un impacto económico mayor del que podemos suponer.
Si revisamos la bibliografía científica vamos a encontrar una variabilidad enorme en el cálculo del impacto económico de las mastitis clínicas. El Dr Alfonso Lago realizó una recopilación de los estudios en este aspecto hasta el 2010 y los podemos ver en la siguiente tabla:
Esta gran variabilidad entre estudios se debe a muchísimos factores del propio animal y del agente que causa la mastitis. Por ejemplo, una mastitis a inicio de lactación generalmente tendrá una mayor repercusión económica que un caso a final de lactación; o el número de lactación del animal, o el número de caso de mastitis clínica en esa lactación, si se trata de una mastitis leve, grave o hiperaguda también va a tener unas consecuencias económicas muy diferentes, etc.
El patógeno involucrado también marca una diferencia importante. Mastitis por E. coli o Klebsiella suelen llevar mayores pérdidas de producción que una mastitis por CNS, por ejemplo. O patógenos que no responden a los tratamientos, como Mycoplasma bovis, Prototheca o Trueperella, también llevan asociados costos muy importantes.
Con la intención de simplificar y facilitar el cálculo del impacto económico de las mastitis clínicas, la mayoría de los técnicos en calidad de leche solemos trabajar con un coste medio de las mastitis entre 250 y 300 €/caso de mastitis clínica. ¿es este un valor real para todos los casos de mamitis? No, pero es un valor razonable que nos permite definir el escenario de partida en una explotación y que nos permitirá, una vez implantado el plan de vacunación evaluar sus resultados desde un punto de vista económico.
También podríamos diferenciar unos costos standard en función del grado de severidad de la mastitis. Por ejemplo, podríamos poner un coste para las mastitis leves de unos 300€, un coste de 400€ para las mastitis graves y otro más elevado, por ejemplo, de 500€, para las mastitis hiperagudas.
Lo importante no es que el número en cuestión sea exacto (cuanto más aproximado mejor, claro), sino que seamos capaces de dibujar un escenario económico de la granja para tomar decisiones y poder evaluar su evolución.
Además de la parte económica, dentro de la evaluación de la situación inicial de la explotación, debemos conocer cuál o cuáles son los agentes que nos están causando estas mastitis. No tendría ningún sentido vacunar para mastitis por E. coli si nuestro problema principal es Streptococcus uberis, por ejemplo.
Es decir, necesitamos tomar muestras de leche de todos los casos de mastitis clínica antes de su tratamiento, remitirlas a un laboratorio de confianza y así obtener unos resultados fiables sobre los patógenos que están actuando en nuestra ganadería.
Si estos resultados nos muestran un alto porcentaje de mastitis causados por E. coli o coliformes o bien tenemos un número importante de casos de mastitis hiperagudas, entonces nos deberemos plantear la opción de aplicar un plan vacunal.
A partir del escenario económico de una explotación, e identificando cuales son los patógenos principales que intervienen en nuestra incidencia de mastitis clínicas, podremos decidir si el uso de vacunas J5 puede ser de interés en esa ganadería.
Impacto económico de un plan vacunal J5
Siempre que un ganadero decide hacer una inversión de este tipo espera tener una respuesta contundente y rápida, pero en el caso de las vacunas J5 no suele ser tan rápido.
En primer lugar, no podemos esperar reducir nuestro nivel de mamitis clínicas a 0 (¡ya nos gustaría a todos!). Pero sí podemos esperar observar una reducción de casos y, sobre todo, observar una reducción en la severidad de los casos por E.coli.
La respuesta tampoco será inmediata al día siguiente de la vacunación. Vamos a necesitar varias aplicaciones para ver los resultados óptimos.
Normalmente, solemos definir un plazo de un año para poder comparar resultados y evaluar el rendimiento económico de esta decisión. De esta manera vamos a comparar dos periodos de tiempo similares que incluyan las diferentes estaciones del año, cambios de alimentación, etc., etc.
También obtendremos respuestas más rápidas o lentas a nivel de ganadería según el protocolo de vacunación utilizado. Si optamos por un protocolo de vacunación durante el secado necesitaremos más tiempo para tener un número razonable de animales vacunados para evaluar los resultados, y si optamos por un protocolo de vacunación en sábana tendremos todos los animales de la explotación protegidos al mismo tiempo.
¿Qué nos dice la ciencia?
Revisando la bibliografía científica encontramos muchos artículos referentes al uso de las vacunas J5 contra las mastitis por E. coli, y algunos de estos artículos nos ofrecen también una evaluación económica de esta inversión. Algunos son resultado de evaluaciones prácticas de campo y otros son estimaciones a partir de modelos informáticos, pero todos apuntan en la misma dirección. La vacunación con J5 siempre aporta beneficios a la explotación cuando hay problemas de mastitis ambientales por E.coli o coliformes. A continuación, revisamos algunos de los más interesantes:
Ya en 1993, DeGraves y Fetrow () estiman que el plan vacunal de mastitis tiene un beneficio neto para la explotación de 57 USD, con un retorno de la inversión del 1700%.
En 1998, Allore et al. evaluaron el impacto económico de diferentes estrategias para la mejora de la calidad de leche que incluían la prevención, el tratamiento de las mamitis clínicas, la terapia antibiótica de secado y la vacunación con J5, situando las acciones en un escenario de mastitis contagiosa y en un escenario de mastitis ambientales. Encontraron, como era previsible, que cada vez que añadimos una de estas acciones en nuestro plan de actuación, aumenta el rendimiento económico debido a la mejora de la calidad de leche y a la reducción de problemas de mastitis clínicas y establecieron un ranking de las acciones más rentables. En el caso de las explotaciones con mastitis ambientales observaron un salto espectacular en el momento en que se introducía la vacunación por J5, aumentando entre 40 y 60 USD por vaca y año la rentabilidad de la explotación.
El Dr. Alfonso Lago, en 2012, realizó un estudio sobre el retorno económico del uso de las vacunas J5 en 6 rebaños de España y estimo que el retorno neto obtenido fue de 25 € (euros) por vaca en los 130 primeros días en leche.
En 2015, Bradley et al realizaron un extenso estudio de campo en United Kingdom donde se establecían 3 grupos. Un grupo recibió la vacuna en sábana (todos los animales al mismo tiempo), otro grupo recibió la vacuna con un protocolo durante el secado y postparto y un tercer grupo control sin aplicación del plan vacunal. No se observaron diferencias significativas en cuanto a la incidencia de casos de mastitis clínicas o subclínicas, pero sí hubo una diferencia importante en la severidad de estas mastitis. El resultado económico mostró un retorno de la inversión de 2,6:1 debido a la reducción en la severidad, mayor producción en los 120 primeros días en leche y a la mayor producción de sólidos (grasa y proteína) en la leche.
Baucells J., también en 2015, reportó una experiencia de campo en un rebaño con 850 vacas adultas en Catalunya. Valoraron que el efecto directo de la vacunación supuso un incremento de beneficios de 14,4€/vaca y año en cuanto a casos de mastitis clínicas, y cuando se añadía la revalorización de la leche al obtener el bonus de calidad por bajo recuento de células somáticas estos beneficios aumentaban a 60,2€ por vaca y año. Estimaron así un ROI (return of invesment) del 500%.
Y finalmente, en 2016 encontramos el estudio realizado por Kessels et al, donde utilizaron un modelo económico para estimar el impacto del plan vacunal con J5. Estimaron un aumento de los beneficios netos entre 5 y 8 USD por vaca y año, incluso en escenarios donde no hubiera una reducción de la incidencia de los casos de mastitis clínica debido a la reducción en la severidad.
Además de estos estudios concretos sobre el beneficio económico de la vacunación contra E. coli, también podemos encontrar algunas revisiones interesantes como la de Wilson y González en 2003 o la de Nickerson y Oliver en 2014 que nos indican con mayor perspectiva los pros y contras del uso de estas vacunas.
Conclusiones
Responder a la pregunta de si vamos a obtener beneficios al aplicar un plan vacunal para E. coli en nuestra explotación no tiene una respuesta igual para todas las ganaderías. Por ello es muy importante, en primer lugar, conocer el coste económico de esta patología en cada explotación; en segundo lugar, conocer cuáles son los agentes etiológicos que están causando estas mastitis clínicas; y si se trata de E.coli o coliformes explorar la opción de aplicar un plan vacunal contra la mastitis.
Por último, si finalmente optamos por empezar con el uso de estas vacunas, es importante establecer un periodo razonable de evaluación (normalmente un año) y una vez finalizado este periodo volver a hacer una evaluación económica que nos dará la respuesta que estamos buscando.
Referencias:
1. Allore, H.G. et al. Partial budget of the discounted annual benefit of mastitis control strategies. J. Dairy Sci., vol 81, num 8, 1998
2. Bar, D. et al. The cost of generic clinical mastitis in dairy cows as estimated by using dynamic programming. J. Dairy Sci., vol 91, 2008
3. Bar, D. et al. Use of a dynamic programming model to estimate the value of clinical mastitis treatment and prevention options utilized by dairy producers. Agricultural Systems 99, 6-12. 2009
4. Nickerson S.C. and Oliver S.P. Review: How well have Unites States dairy producers adopted mastitis-control technologies for reducing herd somatic cell counts and improving milk quality? The Professional Animal Scientist 30: 115-124. 2014
5. Baucells, J. El coste económico de la mastitis en vacuno lechero: Evaluación y cálculo. BA (Boletín ANEMBE), num 109.
6. Bradley, A.J., An investigation of the efficacy of a polyvalent mastitis vaccine using different vaccination regimen under field conditions in the United Kingdom. J. Dairy Sci. vol 98, 2015
7. DeGraves F.J., Fetrow J. Economics of mastitis and mastitis control. Veterinary Clinics of North America: Food animal practice. Vol 9, num 3, 1993
8. Hogan, J.S. et al. Efficacy of an Escherichia coli J5 bacterin administered to primigravid heifers. J. Dairy Sci. vol 82, 1999
9. Kessels, J.A. et al. Economic comparison of common treatment protocols and J5 vaccination for clinical mastitis in dairy herds using optimized culling decisions. J. Dairy Sci., vol 99, 2016
10. Vargas, R.T. et al. Partial budget analysis of prepartum antimicrobial therapy and Escherichia coli J5 vaccination of dairy heifers and their effect on milk production nd milk quality parameters. Pesq. Vet. Bras vol 36, 2016.
11. Wilson D.J. and González R. Vaccination strategies for reducing clinical severity of coliform mastitis. Vet Clin Food anim 19: 187-197. 2003
12. Lago, A. et al. A partial budget analysis to estimate the economics of a mastitis vaccination program. Poster format. 2012
13. Hertl, J.A. et al. Pathogen-specific effects on milk yield in repeated clinical mastitis episodes in Holstein dairy cows. J. Daisy Sci 97: 1465-1480. 2014
14. Rollin, E. et al. The cost of clinical mastitis in the first 30 days in lactation: An economic modelling tool. Preventive Vet Med 122: 257-264. 2015