Para las industrias lácteas, el problema no es su participación en el programa, sino la propuesta oficial de retrotraer los precios al 1 de octubre y además desistir del incremento pactado oportunamente cuando Paula Español estaba al frente de la Secretaría de Comercio Interior.
El titular de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL), Pablo Villano, aseguró a Ámbito que “en el mes de mayo firmamos un acuerdo donde por primera vez las tres entidades de la industria -CIL, JIPL y APYMEL- llegamos a un acuerdo con la Dirección de Lechería y la Secretaría de Comercio Interior. Eso permitió triplicar la cantidad de lácteos ofrecidos, subimos el volumen e incorporamos a 12 pymes al programa. Ahora vemos con mucha preocupación que con el cambio de secretario se tome la medida de congelar los precios hasta fin de año”. Por otra parte, el empresario destacó que “el acuerdo que hicimos oportunamente de repasar los costos cada 3 meses no va a ocurrir. En las actualizaciones nos habían aprobado incrementos del 5% a pesar de que los aumentos en los costos eran mayores. Y ahora teníamos una actualización de otro 5% para octubre y eso no va a ocurrir. Esto lo vemos con preocupación, porque acordamos un precio con mucho sacrificio”.
Desde la entidad industrial solicitaron una audiencia con las nuevas autoridades de la Secretaría de Comercio Interior, para explicar los problemas que tiene el sector, que podría repercutir en una menor oferta de productos en las góndolas. Pero además, solicitaron una entrevista con el Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Dominguez, para plantear algunos inconvenientes vinculados al mercado externo. Es que la exportación es fundamental para sortear la inestabilidad reinante en el mercado interno, donde el nivel de producción -que aumentará en los últimos meses del año- no llega a ser absorbido por la plaza local.
Según Villano, “hay complicaciones con la exportación hacia Brasil de todo tipo de bienes, entre los cuales figuran los lácteos. La frontera con el país vecino esta actuando como una barrera para arancelaria porque se hacen análisis en los camiones que no sólo demoran mucho tiempo sino que además generan rechazos de mercadería cuando las mismas muestras de SENASA indican que los análisis de calidad son favorables. Seguramente esto se deba a una cuestión proteccionista pero eso es un problema para nosotros, por eso se lo expresamos a las autoridades y esperamos que la Embajada Argentina en Brasil trabaje en el tema”.
Lo que destaca el dirigente empresario es importante porque Brasil representa el 60% de la compra de nuestros lácteos. Todo esto ocurre en medio de un escenario complejo para el comercio global, donde es casi imposible conseguir un flete y lograr realizar un embarque. En esa situación se ven involucrados quienes exportan al otro gran mercado argentino, que es Argelia. Como para tener una referencia, “un contenedor de 25 toneladas hacia Colombia hoy cuesta 12 mil dólares, es decir 500 por tonelada. Hay que llevar pepitas de oro para convalidar esos precios”, destacó Villano.
Más allá de lo que ocurra con la exportación, la preocupación del Gobierno está centrada en resolver los aumentos de precios del mercado interno y evitar incrementos desde ahora hasta fin de año. En el caso de los lácteos, vale recordar que según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de septiembre que publica el INDEC, aumentaron entre el 60% y el 74% interanual, por encima de la inflación general.
