Como consecuencia de la suba de costos, la caída de la demanda y el nuevo congelamiento de precios, Mastellone acumuló en los primeros nueve meses de este año una pérdida integral de $2.104 millones, según el balance cerrado al 30 de septiembre.
La cifra representa una leve mejora respecto de los $2.697 millones que había perdido en el mismo período de 2020, cuando regía un control de precios más estricto en un contexto de emergencia sanitaria por la pandemia.
“Los resultados del período de nueve meses finalizado el 30 de septiembre de 2021, reflejan una compresión en los márgenes de rentabilidad ocasionados por el aumento de los costos producto de la inflación y las limitaciones de trasladar a nuestros precios de venta dichos incrementos, fundamentalmente como consecuencia de los crecientes controles de precios y la pronunciada baja en los niveles de consumo masivo”, explicó la compañía en un comunicado enviado a la Comisión Nacional de Valores.
Las cifras pasan de rojo a azul si se toma el resultado del tercer trimestre de este año, con una ganancia de $76,2 millones, en contraste con la pérdida de $739 millones que había tenido en el tercer trimestre de 2020.
Durante la pandemia, por el traslado de consumo de alimentos al ámbito hogareño, con bares y restaurantes cerrados, la empresa vendió más cantidades, pero con los precios congelados las mayores ventas también representaron mayores pérdidas.
A sólo un mes del nuevo congelamiento, dispuesto por el Gobierno a partir de octubre, ya comenzó a hacerse sentir la erosión de rentabilidad de Mastellone dado que maneja volúmenes de ventas muy elevados. En el tercer trimestre de este año sus ingresos ascendieron a $26.823 millones.
En el acumulado de nueve meses, los ingresos totalizaron $77.881 millones, que representan una caída de 6,6% respecto de los $82.961 millones del mismo período del año pasado.
Respecto del nuevo congelamiento, Mastellone sostuvo: “Ante esta situación la empresa está implementando las acciones necesarias para contrarrestar los impactos negativos que esta medida podría generar. Buscaremos sostener los volúmenes de venta y facturación, de forma tal de mantener un nivel de rentabilidad acorde a los compromisos asumidos y solventar nuestro ambicioso plan de inversión”.
Con relación a la suba de costos, la empresa dueña de la emblemática marca La Serenísima mencionó la suba de precios de la leche, su materia prima esencial, que superó el aumento promedio de los precios de sus productos.
Además, cito: “Los precios de los insumos, en general, también han subido reflejando los aumentos de los valores internacionales producto del incremento en la demanda, y el estrangulamiento en la disponibilidad de transporte marítimo mundial y congestionamiento de puertos”.
Mastellone también destacó que variables macroeconómicas como la inflación y la devaluación, y el aumento de la alícuota del impuesto a las ganancias, afectaron sus resultados financieros e impositivos.