En el reportaje “Liconsa es un caos: extravían estados financieros y las pérdidas se multiplican”, de Alejandra Barriguete, a partir de un informe del Órgano Interno de Control (OIC) de la empresa, se muestra la inoperancia y la desorganización de la empresa dirigida por Ignacio Ovalle Fernández, lo que ha conducido a incumplir con sus objetivos en perjuicio de la nutrición de los mexicanos pobres.
El trabajo de MCCI muestra que, por ejemplo, en 2020 la empresa apenas vendió el 59 por ciento de los que había proyectado: de 36 millones de litros de leche ultrapasteurizada sólo vendió 21 millones. Esto tuvo su pérdida económica correspondiente: entre enero y noviembre del año pasado Liconsa perdió 37.9 millones.
Entre las razones de lo anterior se encuentra que la empresa no implementó mecanismos de control, canceló contratos, deficiencias logísticas y el desaprovechamiento de una de sus plantas.
Pero no sólo ello: el informe interno de la empresa del Estado señaló además que Liconsa tiene extraviados los estados financieros de enero a junio de 2020, de acuerdo con un acta mostrada a los auditores, lo que se comunicó mediante un acta circunstanciada.
Otras deficiencias señaladas en el documento de la OIC son la venta de leche por debajo de lo planeado en varias plantas, el abandono a la distribución a supermercados, la incorrecta aplicación del Plan de Negocios del Programa Comercial,
El OIC también destacó que por las pérdidas económicas no se logró reducir el costo de recursos e insumos para la producción y venta de leche ultrapasteurizada, y también ha provocado la disminución de recursos financieros para mercadotecnia y la distribución del producto en nichos en los que antes se tenía presencia.
Finalmente, el reportaje indica que en el primer año del actual gobierno federal, se redujo el número de personas atendidas con el producto de Liconsa: en 2018 fueron 6 millones 350 mil personas, mientras que en 2019 llegó a 5 millones 871 mil.