Con los ganaderos gallegos en guerra y asfixiados por los bajos precios de la leche, el sector primario vive en estos momentos una situación convulsa, con sindicatos boicoteando a algunas de las principales marcas del mercado, con campañas en redes y retirando productos de los supermercados para que no lo consuman los clientes.

Entre los señalados por los ganaderos no está Grupo Lence, que ha conseguido mantener a Leche Río, Leyma o Solar, algunas de sus marcas, al margen de la polémica. Su presidenta, Carmen Lence, atiende a Galiciapress para explicar cómo la tercera empresa que más leche recoge de Galicia ha escapado de la ira de los ganaderos, a los que Lence, la única de las grandes firmas de capital 100% gallego, dice respetó en lo más crudo de la crisis.

Pagando por encima de la media gallega y con previsión de mejorar los precios el próximo año, Carmen Lence afronta ahora unos meses complejos con la futura huelga de trasnportistas o el encarecimiento de la luz o el combustible como grandes amenazas a un sector muy afectado por la pandemia.

Los ganaderos están en estos momentos en pie de guerra contra las compañías porque dicen que el litro de leche se paga sobre 6 céntimos por debajo de lo que cuesta producirlo. Reclaman un precio digno para evitar la ruina del sector y han realizado retiradas de algunas marcas y concentraciones frente algunas plantas sin que el Grupo Lence haya ha sufrido el boicot de los sindicatos ¿por qué Leche Río ha sido capaz de mantenerse al margen de la polémica durante este tiempo?

Leche Río lleva años pagando por encima de la media de Galicia. También aprecian que el año pasado, a pesar de que mantener cerrada la hostelería nos afectó profundamente y la empresa entró en perdidas, ningún ganadero notó esa crisis. No se tocó ninguno de los contratos, mientras que otras empresas no respetaron los contratos como sí hicimos nosotros. Eso al final se valora.

El año pasado, a pesar de que la empresa entró en perdidas, no se tocó ninguno de los contratos, mientras que otras empresas no los respetaron. Eso al final se valora.

También creo que se valora que Galicia es una potencia de Europa en la producción de leche, siendo además la productora del 40% de la leche que se consume en España. Sin embargo, hoy nos encontramos que la única empresa gallega, que todo lo compra en Galicia y todo transforma en Galicia dejando el valor añadido aquí, es el Grupo Lence. Y eso me parece trágico. Hace unos años no era así, pero poco a poco ha ido cambiando, se ha ido vendiendo y quedamos los que quedamos. Si vamos en contra de los de casa dejaremos todo el sector en manos de empresas de fuera.

Hoy en día somos la tercera empresa que más leche recoge en Galicia, entre multinacionales y empresas que no son gallegas. Todo lo dejamos aquí. Ayudar y defender el sector lácteo gallego, esa es nuestra idea, porque nosotros vivimos de esto. Que le vaya bien al ganadero me va bien a mí. Porque si a ellos les va mal y desaparecen la leche no la puedo producir en un laboratorio. A los primeros que nos interesa que al ganadero le vaya bien es a nosotros, a mí especialmente porque solo compramos en Galicia.

Vista que la subida de las materias primas continua y todo parece apuntar a que continuará, ¿proyecta mejorar los precios de compra en la próxima renovación de contratos de los productores?

A nosotros también nos sube y hemos mejorado nuestro precio en el campo. Pensamos que lo vamos a volver a tocar a principios del próximo año.

Al mismo tiempo, es importante darse cuenta de que esto se tiene que cerrar hacia arriba. Porque como le sube a los ganaderos también a nosotros: el precio del gas, de la luz, del plástico, del transporte… Todo esto también lo asumimos a los que estamos en el medio. La industria lo nota, sobre todo una del tamaño de Grupo Lence, que no tiene la fuerza de otras firmas lácteas pero sí tenemos clientes con una fuerza de negociación brutal. Estamos en una situación en la que tenemos que resolver hacia arriba, porque si no será muy difícil seguir por mucho que intentes ser efectivo.

Los sindicatos también denuncian que los grandes grupos pagan hasta tres céntimos más a los productores asturianos que a los gallegos. ¿Cree que está más desprotegido y discriminado el ganadero gallego?

Creo que los ganaderos gallegos también tienen su fuerza y lo están demostrando. Lo que es verdad es que Galicia está lejos de los grandes centros de consumo. La diferencia de precio está en llevar esa leche, que también tiene un coste. Pero entiendo que el ganadero gallego sabe defenderse y lo vemos estos días.

Por otro lado, en los últimos años hemos asistido al cierre de muchas explotaciones ganaderas. Recientemente hacía hincapié en que dos de cada tres personas que abandonan el rural son mujeres, una cifra dramática. ¿Qué podemos hacer para evitar esta sangría del rural?

Hay muchas cosas que pueden ayudar. Un aspecto clave es que nos quedamos sin servicios en el rural, lo que hace la vida más difícil y nos empuja a ir a las grandes ciudades para casi todo: ir al médico, a la compra, a pagar impuestos… Esto lo notan sobre todo las mujeres, las que asumen más carga familiar. El año pasado por la Covid-19 se perdió mucho tejido productivo en el rural, sobre todo empleos femeninos, que no se han recuperado a diferencia de los masculinos. Hay menos oportunidades, por eso las mujeres abandonan mucho más el rural.

También hay pocas mujeres titulares de ganaderías. Por eso entiendo que si yo tengo visibilidad tengo la responsabilidad de contar esta historia. Siempre se habla de la diferencia de género refiriéndose a las mujeres que trabajan en empresas, pero se olvida una realidad tan importante para todos como el rural y la mujer del rural. Si el rural no sobrevive tenemos todos un problema.

Con la pandemia también surgió una oportunidad para el rural con las personas que se dieron cuenta de que la vida en las ciudades tampoco es la panacea. Hay profesiones que les gustaría desarrollarse en el rural, y algunos lo han hecho, pero no hay una buena conectividad, lo que retrasa la instalación de empresas. Por eso hago un llamamiento al Gobierno para que ayude a estas empresas y promueva una mayor conectividad en el rural y sea más atractivo para colectivos que no se enfoquen exclusivamente a sectores del rural.

¿Podría ser la creación de un gran grupo lácteo gallego una solución para el sector y para el rural? Usted misma defendió esta idea hace unos meses y sería una forma de compromiso de empresas gallegas con la comunidad…

En el tamaño está la fuerza. En una industria cada vez más concentrada tener un tamaño mediano o pequeño lo pone difícil. O eres una empresa que hace un producto de nicho y lo hace muy muy bien, o si no, si estás en una situación como la nuestra, entre dos aguas, tienes que decidirte, porque si te quedas en el medio debes hacer algo, porque con la fuerza de negociación de mis clientes o la fuerza de mis competidores, o hago un producto de nicho o me hago una marca fuerte, pero eso no se construye de un día para otro.

En el tamaño está la fuerza. En una industria cada vez más concentrada tener un tamaño mediano o pequeño lo pone difícil.

SUBIDA DE PRECIOS, DESABASTECIMIENTO, TRANSPORTE…

En los últimos tiempos asistimos a una escalada sin precedentes del precio de los combustibles o incluso de la luz, lo que sin duda está afectado a las grandes empresas como el Grupo Lence. ¿Cuánto se ha encarecido la producción en el último año?

Ha sido más bien en los últimos meses. De los meses de abril hasta junio algunos de nuestros ganaderos aumentaron la producción y compraron cabezas. Pero en unos meses ha habido un vuelco, subiendo los precios de manera exagerada. A nosotros nos afecta y de forma continua. Es una consecuencia de la pandemia y de reactivar la economía mundial. Todo se encarece y en este sector tienes que ser muy competitivo de por sí, pero ahora todavía más.

Del mismo modo, también vivimos un momento de desabastecimiento en muchos sectores por la crisis de materias primas. Faltan desde microchips hasta papel. ¿Cómo ha afectado esto al Grupo Lence?

Necesitas una muy buena previsión de lo que vas a necesitar para evitar roturas de stock. Esto no nos está pasando. Ocurrió el año pasado, con problemas en algunos materiales que nos afectó a ciertas marcas, pero aprendimos y lo tuvimos en cuenta. Ahora intentamos ser más previsores para no encontrarnos en esa situación. Pienso que la mayoría de la gente va en esta línea haciendo acopio pensando en qué puede pasar de aquí a final de año. Pero confiamos en que durante el primer trimestre de 2022 esto se normalizará.

A la crisis de materias primas se suma ahora el anuncio de la patronal de transportistas con parones en diciembre. ¿Cómo puede afectar esto a firmas como la suya? ¿Está garantizado el suministro estas navidades?

Tendremos que ver cómo afecta. Estamos todos a la espera, a que se solucione y que no se llegue a ese extremo, porque tanto para consumidores como para las empresas puede ser algo dramático. Espero que haya responsabilidad por parte de todos y el Gobierno atienda a esta situación.

Necesitas una muy buena previsión de lo que vas a necesitar para evitar roturas de stock. Esto no nos está pasando. Ocurrió el año pasado, con problemas en algunos materiales que nos afectó a ciertas marcas, pero aprendimos y lo tuvimos en cuenta.
Con todo lo mencionado anteriormente, ¿podría encarecerse todavía más la cesta de la compra de cara a Navidad en productos de primera necesidad como la leche?

En el lineal ya ha subido en los últimos mese. Si sigue así efectivamente tendrá que verse en los precios.

“TENEMOS MUCHOS PROYECTOS, PERO TENEMOS QUE SASCARLOS CON CUIDADO”

2020 fue un año complicado en lo económico para la compañía, como no podía ser de otra forma, porque el cierre de la hostelería provocó la caída del consumo de algunos productos. El grupo mantuvo su estructura de gastos tras acordar la continuidad de los contratos anuales firmados con los ganaderos, algo que salvó la economía de muchas familias. ¿Cómo van los números en este 2021 ahora que la hostelería ha vuelto a trabajar con cierta normalidad?

Hemos recuperado esa parte muy importante, no solo por nuestra red comercial, también porque nuestros clientes dependen mucho de la hostelería. En este sentido vamos mejor que el año pasado, ¡y menos mal, que si no! (Ríe)

Es importante que una empresa pueda crear valor, no solo beneficios. Que pueda crear riqueza para la sociedad en la que está. Si una empresa no es sostenible, no es rentable, en el largo plazo tiene que cerrar. Es así. Debe tener beneficios, pero no es todo beneficios, porque hay que crear valor en nuestra sociedad. Por eso hacemos ciertos programas como ayudar a las ganaderas o pagar por encima de la media de Galicia, o todo lo que hacemos por el deporte. Somos una empresa familiar preocupada por nuestro entorno. Pero si no fuésemos rentables no podríamos hacer nada esto.

Ahora el sector parece encaminado a producir no solo leche, sino productos de mayor valor añadido. Hace poco presentaron una línea de productos hiperprotéicos para deportistas. ¿Cómo se está adaptando el grupo a este nuevo mercado? ¿Puede hablarnos de otros proyectos a corto plazo?

Es un poco por esta situación de encontrar leches con un precio tan barato es difícil poder trasladar esto a empleados como y ganaderos. El objetivo es crear una marca fuerte con productos de alto valor añadido que os permita a todos vivir un poco mejor. Es lo que hemos hecho desarrollando nuevos productos, aunque estos sean de nicho y no tengan un consumo tan masivo como la leche. Asique a día de hoy con eso solo no podemos vivir.

Pero la idea es progresar, ir sacando al mercado más productos de este tipo que nos ayuden a diferenciarnos, a crear valor y vivir de una manera más desahogada. Tenemos muchos proyectos, pero hay que ir sacándolos con cuidado, porque al final todo esto es una inversión, tanto a la hora de crear el producto como promocionarlo hasta que sea conocido. Esto no es barato, hay que hacerlo con muchísimo cuidado.

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