Puntualizaron que “cuando se presentan momentos de incertidumbre, una de las primeras reacciones del ser humano es la ansiedad. Esto pudo impactar en compras nerviosas y aumentar el consumo de las categorías”.
Ante ello, explicaron que durante la semana de reconversión se vendieron 870.000 unidades más, con respecto a la semana anterior.
Destacaron que de este incremento en ventas, 77% de las unidades adicionales consistió en alimentos y lácteos.
No obstante, las siguientes semanas las ventas se contrajeron. Ello como consecuencia de la mayor disponibilidad de productos en los hogares y falta de liquidez del momento.