¿Cómo llego a producir 3.800 galones o 12.000 kg de leche al año?

Uno de los mayores logros agrícolas de Israel es el desarrollo de un sector agropecuario próspero en medio de las condiciones del desierto y la reversión de las tendencias a la desertificación. Entonces, ¿cómo es esto posible? Bueno, la respuesta fue simple: implementar innovaciones.

La industria láctea de Israel es considerada una de las más avanzadas del mundo. Con su política y tecnología de reproducción eficaces, Israel se ha convertido en un líder mundial en la producción de leche. Tiene más de 100.000 vacas lecheras que, según un sistema de cuotas, producen casi 1.600 millones de litros de leche al año.

En los últimos diez años, países asiáticos como Vietnam y China han realizado importantes inversiones en la producción lechera, confiando en la experiencia y la tecnología israelí para lograrlo. En este artículo revisamos cómo ha sido la evolución de la industria por los últimos 100 años para identificar que pueden aprovechar de esto los ganaderos latinoamericanos.

Israel es líder mundial en la industria láctea y, a su vez, los productos lácteos han sido una parte fundamental de la agricultura israelí a lo largo de la historia del país. El éxito de la ganadería lechera israelí se debe en gran medida al duro trabajo y a la innovación de los ganaderos, que han logrado impresionantes hitos en la mejora de la producción de leche y la optimización de las razas de vacas y ovejas.

En los últimos años, los avances tecnológicos han permitido mejorar la gestión de las explotaciones y la salud de los rebaños. Hoy celebramos la larga historia de la ganadería lechera con una mirada a los últimos 100 años de la industria lechera israelí.

1910s: Primera granja lechera experimental israelí
A principios del siglo XX, había menos de 1.000 cabezas de ganado en Israel, y todas ellas eran de una pequeña raza local que tenía un rendimiento relativamente bajo. Esto empezó a cambiar en 1911, cuando la granja experimental Ben-Shemen adquirió un rebaño lechero y empezó a producir rendimientos de entre 1.000 y 5.000 kilogramos de leche al año. En 1912, Degania Aleph, el primer kibbutz, estableció su propio rebaño lechero.

1920s: Esfuerzos para cruzar el ganado israelí
La Declaración Balfour de 1917 impulsó la colonización judía en Israel, y la ganadería lechera era una parte esencial de los nuevos asentamientos. Las granjas lecheras se esforzaron por empezar a cruzar vacas para crear rebaños más productivos. En 1921, Hachaklait, un servicio veterinario para los productores de leche, importó 27 vacas y toros de Holanda. A partir de 1925, los ganaderos empezaron a cruzar ganado autóctono israelí con toros holandeses y frisones.

1930s: Enfoque en la salud del ganado
A medida que la ganadería lechera crecía en número e importancia, los ganaderos y las organizaciones tomaron precauciones para proteger la salud del ganado. El gobierno británico dirigió un plan para erradicar la brucelosis, y hubo una importante campaña contra la mastitis. Las nuevas investigaciones sobre las enfermedades transmitidas por las garrapatas condujeron a la inmersión del ganado y a la inmunización contra la teileriasis. En la década de 1930 también se experimentó con la inseminación artificial.

1940s: Crece la producción lechera israelí
En la década de 1940, el crecimiento de la industria láctea israelí seguía siendo fuerte. Se producía más leche y otros productos lácteos. En 1946 se importaron 13 cabezas de ganado de Canadá, lo que supuso una importante transición de las razas holandesas a la cepa Holstein-Friesian. Al mismo tiempo, el ICBA (Israeli Cattle Breeders Association) comenzó a instruir a los productores de leche en el uso de máquinas de ordeño. Todos estos factores contribuyeron a aumentar la producción. A finales de la década, Israel tenía más de 33.000 vacas y la producción anual de leche superaba los 75 millones de litros.

1950s: Aumento de la demanda lleva a regulación y organización
En la década de 1950, una gran oleada de inmigración provocó un crecimiento masivo de las explotaciones lecheras. Los nuevos inmigrantes crearon un aumento de la demanda de leche, y muchos de ellos iniciaron sus propias explotaciones lecheras a pequeña escala. A lo largo de la década de 1950 se importaron a Israel unas 18.600 reses. La mayor parte era ganado americano de raza Holstein-Freisian, lo que cambió significativamente la composición del rebaño lechero israelí.

Durante este mismo periodo, en 1956 fue fundada la Junta Lechera de Israel (I.D.B siglas en inglés) como la institución central que se encarga de la planificación y la regulación de la producción y procesamiento de la leche en Israel. Se creó con la finalidad de regular la ganadería y la industria láctea en Israel. Así como esta muchas otras organizaciones y organismos reguladores de las explotaciones lácteas comenzaron a surgir.

1960s: El crecimiento de las exportaciones
En la década de 1960, Israel pasó de ser una nación que necesitaba importar ganado a una que podía exportarlo. Todo comenzó con la exportación de 60 novillas a Irán, pero éstas serían sólo las primeras de las muchas reses israelíes exportadas a todo el mundo .

1970s: Avances en calidad
A partir de 1975, el ensayo FAO/Polonia comparó cepas de ganado de diez países diferentes. El ganado israelí ocupó el primer puesto en la mejora de la producción de leche y grasa, la madurez temprana, las medidas corporales y la tasa de crecimiento. Este fue sólo un reconocimiento a las impresionantes mejoras de Israel en la ganadería lechera.

1980s: Incorporación de equipos electrónicos
En la década de 1980 se produjo un auge en el uso de la tecnología para mejorar la productividad y la eficiencia. Los medidores de leche electrónicos, que se fabricaban localmente en Israel, se hicieron más populares entre los productores de leche. Los ganaderos también empezaron a utilizar la identificación electrónica como parte de sus sistemas de gestión de las explotaciones. Estas nuevas herramientas informáticas permitieron una gestión más precisa y eficaz.

1990s: Registro de rendimiento
En la década de 1990, la producción de leche de las vacas israelíes alcanzó cotas récord. En 1995, las vacas israelíes produjeron una media anual de 10.086 kilogramos, y la producción anual de leche superó por primera vez los mil millones de litros. En 2000, el rendimiento medio anual subió a 10.715 kilogramos.

De cara al futuro
Mirando al futuro, podemos esperar mejoras continuas tanto en la producción como en el manejo de las granjas. En los últimos 100 años, las mejoras vinieron en gran medida de los cruces innovadores que dieron lugar a un ganado sano y productivo. De cara al futuro, parece probable que el crecimiento provenga del uso de la tecnología.

En Israel, los sistemas informáticos ayudan a registrar los datos sobre la leche y a gestionar la salud de los animales, los regímenes de alimentación, la cría adecuada y la planificación económica. A medida que avancemos, es probable que estos sistemas sean más eficaces y permitan una planificación aún mejor.

El elemento clave de todas estas mejoras, por supuesto, son los productores de leche israelíes. Estos individuos luchadores que se dedican a buscar mejoras. En el siglo pasado, eso les permitió superar un clima adverso y unos recursos limitados para desarrollar una de las mejores industrias lácteas del mundo. En el futuro, ¿quién sabe lo que conseguirán?

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