Unións Agrarias mantuvo este jueves una reunión con una representación de sus granjas de leche afiliadas, tras la que presentó esta mañana su hoja de ruta de movilizaciones. La organización descarta por el momento convocar una huelga de entregas, en la línea propuesta por Agromuralla, si bien de cara a los próximos meses admite que puede llegarse a ese escenario.
«Hablamos con nuestros afiliados y no consideran que este sea el momento adecuado para una huelga de entregas. Sería autocastigarnos, infringir más daños a las granjas y enfrentar a los productores en un momento en el que hay vías de solución abiertas», expone el responsable de Acción sindical de la organización, Félix Porto.
Unións es partidaria de darle una cierta margen a industrias y Ministerio. «Hay negociaciones abiertas con las industrias para que impulsen una subida del precio base de la leche en los contratos. De momento no se logró lo que necesitamos, pero hay conversaciones abiertas, y en segundo lugar, estamos presionando al Ministerio de Agricultura para que actúe a través de la Agencia de Información y Control Alimentario (Aica), que conoce los costos de producción e ingresos de todas las partes de la cadena de la leche y tiene instrumentos para actuar contra las industrias», explica Félix Porto.
Movilizaciones
En paralelo, Unións anuncia movilizaciones ante el Alcampo de A Coruña el jueves 16 de diciembre y ante un centro comercial en Lugo el martes 21. «Señalaremos a las marcas que no cooperen para sensibilizar a los consumidores. Hasta ahora fueron las marcas de Lactalis (President, Puleva, etc.) y Capsa (Larsa, Central Lechera Asturiana), ya que son las que más volumen de leche mueven en Galicia, pero en función de como vayan las conversaciones con las industrias, esa situación se puede modificar», señala Óscar Pose, responsable del sector lácteo en Unións, que no descarta extender el boicot a otras marcas.
Como punto culminante de las movilizaciones, Unións anuncia una gran manifestación en Santiago el 26 de enero. Si para entonces no hay soluciones sobre la mesa, no es descartable entonces una posible huelga de entregas. En la anterior crisis láctea, el bloqueo de las industrias y la huelga de entregas se había decidido en asamblea tras una tractorada masiva en Santiago.
«Sería una medida que precisaría de una cierta unanimidad que ahora no existe. Lo hablamos con nuestros afiliados y a día de hoy no ven una huelga de entregas. El sector tiene que estar unido en la búsqueda de soluciones», valora Félix Puerto.
Negociaciones abiertas con las industrias
Ulega, la organización de productores de leche de Unións Agrarias, mantiene conversaciones abiertas con las industrias en la busca de una mejora de precios en los contratos. «Con Lactalis tuvimos avances, prorrogamos los contratos con pequeños avances de precio, pero lejos de lo que necesitan las granjas. Esperamos en enero poder cerrar un acuerdo más estable», explica Óscar Pose.
En cuanto a Larsa, hubo ya contactos con la empresa y Ulega espera sentarse a negociar en breve. También para la próxima semana prevé una reunión con Leche Celta, «una industria que ya nos avanzó que va a dar pasos, veremos si llegan a los mínimos que se necesitan», valora Pose.
Revalorización de la leche en el mercado y en las cadenas de distribución
Unións recuerda que la leche ya se revalorizó en la distribución en 5 céntimos en el caso de las marcas blancas y en 3 céntimos en el caso de las primeras marcas. A eso hay que unirle el encarecimiento de los productos lácteos industriales, como mantequilla y leche en polvo. «Sólo por el encarecimiento de la mantequilla en el último año, las industrias están ganando 5 céntimos más por litro de leche que hace un año», sostiene Óscar Pose.
Ese escenario de buenos precios en la leche y en los productos lácteos salidos de las industrias entiende Unións que tiene que trasladarse al campo. Si no se llegara a acuerdos con las empresas en esa línea, la organización agraria espera que actúe al Ministerio. Y si ninguna de las dos vías prospera, entonces sí, una huelga de entregas sostenida en el tiempo se presenta para el sector como la última salida.