Si hay ahora mismo un sector ganadero en situación crítica ese es el del vacuno de leche, que sufre desde hace años y que ahora, por la pandemia y la subida de costes de producción, agoniza.
El cierre de las explotaciones de vacuno de leche no es un fenómeno nuevo. Prueba de ello es que en Salamanca llegó a haber 4.808 ganaderos que ordeñaban en 1987 y en 2003 solo quedaban 317, según un estudio realizado por COAG en esta provincia. El descenso en número de explotaciones fue del 93% en solo 17 a años pero no se frenó con esta sangría que llegó por la instauración primero del mercado de cuotas y luego con la liberalización de la producción.
Ahora los que sobrevivieron a aquello se enfrentan a unos costes de producción incrementados por la pandemia y a un precio que reciben por su producto por debajo de los costes a pesar de la Ley de la Cadena Alimentaria. Si la leche “tipo” -por grasa, proteína y calidad estándar- se paga en Salamanca a 34-35 céntimos el litro de leche, el coste de producción está estimando en cerca de 40, aunque depende del tipo de explotación.
Debido a esta situación crítica, la Junta de Castilla y León ha concedido una ayuda extra para la supervivencia de estos ganaderos, consciente del crítico momento que atraviesan. Y en Salamanca solo son 60 los beneficiarios de esta subvención -872 en toda Castilla y León- y eso que incluye a todos los que tienen más de 5 vacas. De los 4.808 ganaderos que había en 1987, a esos 60. El presupuesto de la Junta para esta subvención directa con la que intenta sostener las pocas explotaciones que aún quedan es de 5.174.000 euros para la región.
Pero los ganaderos lo que pretenden es que el precio les compense el coste de producción, de ahí que exista un calendario de protestas de ASAJA y la Alianza UPA-COAG que incluye una manifestación el 13 de diciembre en León a las puertas de la empresa Lactiber. De esta forma las organizaciones quieren llamar la atención sobre el papel de las industrias, y de esta en concreto, a las que acusan de bloquear la mejora del precio de la leche al ganadero para obtener un mayor beneficio económico.
A la vez, Unión de Uniones amenaza con ir a una huelga indefinida si antes del 15 los precios en origen no suben a 41 céntimos el litro. La huelga sería en enero pero no hay ahora un apoyo masivo porque el problema, como manifestaron ganaderos consultados, es qué hacer con la leche si no se la recogen y qué solucionan si además de la crisis que tienen, la agudizan ellos al no vender.