La carne de res fue uno de los alimentos que más subió de precio el año pasado, con un aumento del 33%. Y aunque esto tuvo un impacto negativo en el bolsillo de la gente, para los ganaderos la industria está pasando por uno de sus mejores momentos.
El 2021 fue un año con problemas para el comercio global en general. Según un estudio elaborado por el equipo de Investigaciones Económicas de Bancolombia, los cierres que generó el coronavirus en puertos importantes, sumado a la baja oferta de contenedores, llevó a desestabilizar la oferta mundial de carne.
No obstante, el estudio señaló que con la recuperación paulatina del comercio global a mediados del segundo semestre, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos reportó un crecimiento de las exportaciones mundiales de carne del 20% para el acumulado entre enero y octubre de 2021, comparado con el mismo periodo de 2020.
Así, los expertos apuntaron que se estaría hablando de una bonanza ganadera, dada la creciente demanda global, impulsada por el encarecimiento de sustitutos como la carne de cerdo y el pollo, y el aumento de las exportaciones.
“El sacrificio bovino creció durante 2021 impulsado por las exportaciones de carne y, al mismo tiempo, los precios locales se mantienen al alza. El sacrificio bovino entre enero y octubre de 2021 creció un 2,5%, comparado con el mismo periodo de 2020, impulsado por un incremento en las exportaciones de carne refrigerada y congelada (125%), lo que compensó la caída en el sacrificio de hembras (-2,2%) y el bajo crecimiento del sacrificio de machos (0,5%)”, explicó el informe.
¿Bonanza ganadera?
Para Augusto Beltrán Segrera, secretario general del Fondo de Estabilización para el Fomento de la Exportación de Carne, Leche y sus Derivados (FEP), más que una bonanza ganadera, lo que se evidencia es un alto crecimiento en el sector cárnico bovino en Colombia.
Beltrán aseguró que lo que está ocurriendo en el país es la consolidación de más de una década de esfuerzos que desde el gremio ganadero se han venido realizado, en busca de fortalecer la actividad productiva de carne bovina en el país con énfasis exportador.
“Lo que presenciamos en el sector sobrepasa la idea de una bonanza, pues, en general, esta tiende a ser temporal, mientras que los cambios estructurales que se están produciendo en el sector cárnico, sumado a una demanda creciente en el tiempo, permite indicar que el crecimiento en los indicadores del sector serán sostenidos, generando un amplio beneficio para los productores”, indicó Beltrán.
Por el contrario, para los consumidores esto ha representado tener que destinar un mayor presupuesto para la adquisición de productos de la canasta básica, ya que la carne de res fue uno de los alimentos más consumidos por los colombianos en 2021 (el consumo per cápita en el país culminó el año pasado en 18 kilogramos), después del pollo (34,2 kilos). Pese al incremento de precios, los colombianos elevaron la compra de ambas proteínas: consumieron 0,9 kilos más de carne de res y 0,5 kilos más de pollo al año en promedio.
Ante este panorama, José Félix Lafaurie, presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegan) dio un parte de tranquilidad y expresó que los ganaderos no esperan nuevos incrementos en el precio de la carne por cuenta de los costos de las materias primas, debido a que gran parte de la ganadería en Colombia es alimentada con pasto natural y no con concentrados a base de maíz ni soya, alimentos que son importados.
Amenazas del sector
A pesar del buen momento por el que pasa el sector, hay factores que representan una amenaza para el futuro. Según el informe de Bancolombia, el contrabando de ganado es uno de los grandes desafíos que enfrentaría la industria este año.
Así, para los expertos, con una demanda global creciente de carne de res, con exportaciones colombianas al alza y unos buenos precios para el ganadero, el contrabando de reses desde Venezuela se vuelve un factor clave de riesgo a controlar, dado el posible impacto en contagio de fiebre aftosa y su efecto en el cierre de los mercados.
Por otro lado, las recientes protestas convocadas por el gremio de ganaderos volvieron a revivir el debate sobre las afectaciones que trae las importaciones de leche en polvo desde Estados Unidos.
“Colombia no ha podido exportar ni un kilo de carne y muy poca leche y derivados lácteos a Estados Unidos. Mientras eso pasa, continúa el permanente incremento de las importaciones de leche en polvo procedentes del TLC firmado entre Colombia y ese país y, con ello, el daño a la economía agropecuaria”, manifestó Lafaurie durante el plantón realizado por el gremio en el puerto de Cartagena.
El líder gremial reclamó el hecho de que la carne y la leche colombiana no puedan ingresar a los mercados a través de los TLC y aseguró que las protestas del gremio seguirán, con el fin de llevar un mensaje al Gobierno Nacional de que “con la ganadería no se juega”.
Por su parte, la Asociación Colombiana de Procesadores de Leche (Asoleche) planteó al Gobierno Nacional realizar acciones que puedan mitigar la crisis que están viviendo los lecheros, ya que continúa la preocupación ante la caída en la producción y el acopio de la leche en el país. Esto, dado el incremento global del valor de insumos y la migración de fincas productoras de leche a otros sectores económicos como carne y cultivos frutícolas.
Según el gremio, se deberían profundizar en esquemas de créditos con condiciones favorables para los productores que les posibilite adquirir nuevas tecnologías, así como facilidades para obtener los insumos necesarios para la producción de leche.
La asociación hizo un llamado al diálogo como la principal vía para dar solución a las problemáticas que se presenten, y así evitar situaciones que lleven a repetir la difícil situación que se ha vivido por la pandemia.