Cada tanto tropiezo fuerte con algún detractor de la agricultura, la ganadería y el consumo de alimentos de origen animal y me enredo en frustrantes situaciones. Personas no necesariamente de bajos recursos intelectuales que afirman barbaridades sin más pruebas que los dichos de que alguien “X” a quién le confieren una autoridad superior a la de la ciencia. Cualquier intento de abrirlos aunque sea a la inquietud se convierte en una cuasi riña futbolística sin final.
No debiera dejar que me modifique el ánimo, pero la verdad es que si no me afectara yo no estaría aquí hablándoles a todos ustedes de estas cosas en las que no solo creo, sino que además compruebo.
Es asombroso cómo los hechos objetivos son menos influyentes que la emoción y las creencias. Esta “realidad falsa” pero altamente convincente se se dio en llamar posverdad, y la profesan los “agnorantes”… y no, no existe la palabra en el diccionario, pero me divirtió el juego de redefinir al ignorante que además es arrogante… esas cosas de las que uno se ríe para no llorar.
“La ciencia está manipulada por las grandes corporaciones. Ellos fabrican los alimentos y también los remedios. Tienen el circuito cerrado. No voy a entrar en discusiones”.
- Y no señor, yo tampoco.
Pero esa cosa de chocar contra la pared no es del todo inútil. La pared no va a moverse, pero siempre hay alguien más mirando. Siempre en ese choque existe la oportunidad de llegar a quién sí esté dispuesto a escuchar, y a aprender. O al menos a dudar, razonablemente.
“¡Ahhh, pero Ud. trabaja para promocionar el consumo de leche!”
- Yo trabajo para promocionar el pensamiento crítico y el sentido común. Si usted tiene una ideología es respetable y para nada discutible. Si usted niega la ciencia, es simplemente un testarudo. Y está bien que lo sea. Cada uno es como quiere, o cómo puede, respecto a por dónde la vida lo fue llevando. La verdad no es una sóla, pero 2+2 es 4, no hay vuelta. Extinguirse también es un proceso evolutivo.
“¡Entonces sabe que la leche de vaca está llena de químicos y conservantes!”
- Entonces lo que sé (lo que ES), es que existen requisitos nada flexibles para que la leche entre en el circuito comercial y que tanto la pasteurización como la ultra pasteurización y la uperisación son los métodos de esterilización que garantizan la conservación de la leche. Sin más.
No lo supe siempre, y cuando lo aprendí me sorprendí un montón, porque pensaba lo mismo que este señor… ¿y de dónde lo había sacado? Seguramente lo habré escuchado por ahí (igual por las dudas no lo andaba repitiendo cual dueña de la única verdad).
El proceso de pasteurización consiste en un tratamiento térmico en el que se eliminan las bacterias. Se realiza mediante intercambiadores de calor por placas y se calcula minuciosamente para eliminar cualquier agente infeccioso, manteniendo las propiedades y la calidad de la leche.
A la leche UHT se le aplica un proceso de ultra pasteurización, donde encontramos por una parte la leche uperisada, que se calienta mediante inyección con vapor de agua y luego se separa por enfriamiento rápido, y por otra parte la leche UHT, que se somete a temperaturas de al menos 138º C durante unos segundos. Este último proceso permite su conservación en perfecto estado durante meses a temperatura ambiente, en el envase cerrado.
¿Y? ¿Qué hacemos ahora con lo que aprendimos? Yo me voy a desayunar. Hoy se me antoja un café con leche enorme, y unas tostadas con manteca.
Vos ¿Ya tomaste tu vaso de leche hoy? ¡Consumir lácteos hace bien!
Valeria Guzmán Hamann
EDAIRYNEWS