La mayoría de las granjas gallegas renovará sus contratos lácteos con las industrias al final del primer trimestre, por lo que se espera que en los próximos días comiencen a llegar los nuevos contratos a las granjas, con los 2 meses de antelación que marca la normativa. En un momento en el que los costes de producción están disparados, con un aumento de gastos de alrededor de 6-7 céntimos por litro de leche, los ganaderos esperan que los nuevos contratos les ayuden a cuadrar cuentas.
El contexto del mercado de la leche en principio es positivo. Los supermercados aumentaron desde septiembre el precio de las marcas blancas y la mayoría de las industrias elevó también el precio de sus primeras marcas en los puntos de venta, por lo que organizaciones agrarias y cooperativas esperan que esa subida llegue en cadena a las granjas.
A mayores, el mercado de productos lácteos industriales vuelve a alcanzar cotizaciones históricas. La leche en polvo desnatada se sitúa en 344 euros / 100 kg., el precio más alto desde 2007, cuando se había disparado el precio de la leche en el campo. La mantequilla, que se encareció un 66% en el último año, está en 573 euros / 100 Kg. y la mayoría de quesos industriales de referencia (Edam, Gouda, Cheddar) se encarecieron en el último año entre un 10 y un 33%.
Primeros movimientos
Así las cosas, tras las protestas ganaderas del pasado otoño, hubo ya industrias que comenzaron a actualizar precios en el campo. Leche Celta subió 1 céntimo en diciembre y subirá otro en enero, si bien aún no se sabe qué contrato le presentará a las granjas para la próxima campaña.
Lactalis, la industria con mayor volumen de recogida en Galicia, aumentó por su parte 1,50 céntimos ya el precio de la leche y propone otra subida de alrededor de 1,30 céntimos en el nuevo contrato, con lo que subiría en total alrededor de 2,80 céntimos, para un precio base final superior a 32 céntimos.
Entre el resto de grandes empresas, no hubo por ahora más movimientos, fuera de los ya realizados en verano por Naturleite, Entrepinares y Pascual, y de los pequeños movimientos que fueron practicando cooperativas gallegas como Clun o Aira.
En Larsa, las granjas, que tienen por contrato un 30% de su leche indexada a los precios de los lácteos industriales, están beneficiándose de las subidas del mercado, si bien el restante 70% de la leche permanece sin cambios. La compañía anunció en otoño que tiene la previsión de subir el precio base en la renovación de contratos que le toca hacer ahora, pues también subió el precio de Larsa en los supermercados, pero por el momento no le presentó propuesta a las granjas.
Compás de espera
En el sector ganadero, que protagonizó protestas este otoño tanto ante industrias como ante cadenas de supermercados e instituciones, las subidas anunciadas se consideran insuficientes, pues las granjas están viéndose apretadas, con subidas medias en los costes de producción (piensos, fertilizantes, electricidad) que llegan a los 6-7 céntimos por litro de leche.
Tras las protestas realizadas en otoño, colectivos como Unións Agrarias, Agromuralla o el Sindicato Labrego, están a la espera de comprobar las nuevas propuestas de contratos que trasladan a las industrias para decidir con sus afiliados posibles acciones.
Desde Unións Agrarias avanzan que las subidas que se vislumbran son “claramente insuficientes” y esperan movimientos mayores por parte de las industrias, así como una indexación de los nuevos contratos a posibles repuntes en los costes de producción.