ESPMEXENGBRAIND

7 Abr 2025
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El estadounidense William Lawrence creó el queso crema Philadelphia a fines del siglo XIX. A pesar de su nombre, el producto no nació ni se produce en aquella ciudad. La explicación detrás.

Si bien lleva el nombre de la principal ciudad del estado de Pensilvania, esta marca fue creada a más de 200 kilómetros, más precisamente en Chester, Nueva York. En Argentina le costó hacer pie, sin embargo en el mercado estadounidense domina en su categoría con un 60% del share. Philadelphia se convirtió en sinónimo de queso crema en varias latitudes y su popularidad la llevó a que varios competidores apelaran a una similitud en su nombre para comerle participación.

Según su sitio web oficial, el encargado de crearlo fue el productor lechero William Lawrence. Desde joven se había dedicado a la ganadería y con 19 años ya había dado sus primeros pasos en el negocio quesero. En 1872, con 30 años, compró una fábrica de Neufchâtel para producirlo y venderlo en los Estados Unidos. Se trataba de uno de los quesos franceses más antiguos, creado en la localidad con el mismo nombre. Su textura cremosa y blanda lo volvía único.

Algunos aseguran que el nacimiento del queso crema fue producto de un error. Lawrence agregó demasiada crema en uno de sus lotes y obtuvo un queso aún más “untable”. Otros, no obstante, apuntan que se trató de una idea de un comerciante que le propuso crear una nueva variedad de queso que sea más rico y así poder venderlo a un precio más alto. Así fue en 1875 empezó a comercializar su queso crema. Igualmente este producto no era una novedad, dado que hay registros de su existencia en Europa desde el siglo XVI, sin embargo, Lawrence fue pionero en su producción masiva.

EL NACIMIENTO DE PHILADELPHIA

Bajo la marca Neufchâtel & Cream Cheese lo vendía como un producto premium en restaurantes elegantes. Su éxito llevó a que otros productores lácteos se lanzaran a fabricarlo también para subirse al boom. Pero el invento de Lawrence recién obtuvo su nombre actual en 1880 cuando su camino se encontró con el de Alvah Reynolds.

Tras el cambio de nombre, Reynolds multiplicó las ventas de este queso crema. Incluso, al no poder cumplir con tanta demanda, llegó a encargarles producción a otros lecheros para poder contentar a todos los clientes que buscaban queso Philadelphia. En 1903 la marca pasó a manos de Phenix Cheese Company, que cambia su fórmula y packaging para darle mayor vida útil en góndola y preservar su frescura y sabor.

BAGELS, TORTAS Y SU HISTORIA EN ARGENTINA

El gigante alimenticio Kraft se fusiona con Phenix en 1928 y aceleran la automatización de la producción de queso crema. A esto se le sumó un boom de la categoría producto de dos delicias culinarias: los bagels y el cheesecake. Ambos potenciaron las ventas de Philadelphia ya que en sus recetas y preparaciones incluían directamente a la marca. Hoy, por caso, sucede algo similar con el sushi. Actualmente la etiqueta sigue en manos de la estadounidense Kraft y Mondelez (para el mercado internacional).

A la Argentina llegó en 1993 con el objetivo de convertirse en líder del segmento. Sin embargo, se enfrentó a la competencia con Casancrem (La Serenísima) y Mendicrim (hoy de SanCor) que ostentaban el protagonismo. Por eso, tres años y medio después de su lanzamiento decidió abandonar el país.

La marca regresó en 2005, aunque esta vez llegó importada desde Brasil. Para aprovechar su liderazgo en otros mercados, varias marcas apostaron por lanzar sus opciones de queso crema con nombres similares a los de la etiqueta de Kraft. Por caso, Mastellone presentó Finlandia en 2004 y la francesa Bongrain lanzó Pennsylvania.

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