La compañía de alimentación General Mills se anotó un beneficio neto atribuido de 660,3 millones de dólares (601,2 millones de euros) en su tercer trimestre fiscal, finalizado en febrero, lo que equivale a un aumento del 11% en comparación con las ganancias del mismo periodo del ejercicio anterior, según ha informado la empresa este miércoles al publicar su cuenta de resultados trimestral.
De esta forma, el beneficio neto por acción en términos diluidos fue de 1,08 dólares en el trimestre, un 13% más que en el mismo trimestre del año fiscal precedente.
Entre diciembre y febrero, la facturación se mantuvo prácticamente estable en 4.537,7 millones de dólares (4.131,5 millones de euros). Por segmentos de negocio, las ventas al por menor en Norteamérica crecieron un 1%, hasta 2.811,9 millones (2.560,2 millones de euros), mientras que las ventas a empresas de restauración crecieron un 22%, hasta 437,1 millones (398 millones de euros).
Por otro lado, la facturación internacional se contrajo un 23%, hasta 721 millones (656,5 millones de euros), mientras que el segmento de productos para mascotas creció un 30%, hasta 567,7 millones (516,9 millones de euros).
Los costes de los productos vendidos crecieron un 6%, hasta 3.134 millones de dólares (2.853,5 millones de euros) y los gastos generales, de venta y administrativos se situaron en 751,4 millones (684,1 millones de euros), un 5% más.
De esta forma, la empresa ha logrado elevar beneficios pese a mantener ingresos y aumentar costes gracias a en gran parte a un impacto positivo de 170 millones (154,8 millones de euros) por desinversiones. También han contribuido unos menores costes financieros y un menor gasto en impuestos.
En el conjunto de los nueve primeros meses de su año fiscal, General Mills contabilizó un beneficio neto atribuido de 1.884,5 millones de dólares (1.715,8 millones de euros), un 2% menos, tras un alza de la facturación del 4%, hasta 14.101,6 millones (12.839,3 millones de euros).