Si bien durante los dos últimos meses el precio por litro de leche se ajustó por sobre la inflación, los costos de los tambos se dispararon considerablemente y empiezan a complicar la actividad productiva lechera.
“Hoy están muy mal las relaciones de precios clave para los tambos, aquí y en el mundo. Maíz, soja, agroquímicos, combustibles y fertilizantes hicieron disparar los costos a un ritmo imposible de seguir por los precios”, señalaron desde la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste de Buenos Aires (Caprolecoba).
En su reporte mensual, la cámara destaca que la invasión rusa a Ucrania tuvo fuerte impacto en los países exportadores de alimentos. Y se asume que habrá una baja de la producción en 2022 a pesar de la firme demanda china.
Advirtiendo que habrá un problema serio de costos en los tambos si las secuelas de la guerra Rusia-Ucrania continúan, la Cámara expresó que “será muy difícil poder sostener el nivel de producción que trajimos hasta ahora”.
A este probable escenario, han comenzado a efectuar un pedido de flexibilización en los controles de precios, al tiempo que solicitan una reducción en los Derechos de Exportación de los lácteos (DEX) para mejorar la capacidad de pago de las industrias al productor.