El sector lácteo de Santa Fe posee una extensa historia y una estructura que sitúa a la provincia entre las principales proveedoras del mercado nacional. De hecho, la provincia posee las mayores existencias de bovinos en tambos de nuestro país.
En el 2021 se contabilizaron poco más de 1 millón de bovinos, siendo esta cifra el 32% del ganado que se encuentra destinada a la producción láctea en Argentina. En esta faceta, aunque aún estamos por debajo del último máximo (2017), la provincia presentó un incremento del 3,8% respecto al 2020, y supera al promedio de existencias de los últimos 5 años (990.000 de cabezas).
En cuanto a resultados productivos, la generación de leche cruda en Argentina registró en el 2021 un incremento del 4% respecto al año previo. Esto propiciado en parte del clima beneficioso que se dio en el último año para la producción tambera, lo cual derivó en condiciones adecuadas para las pasturas del ganado, mejorando su nutrición y consecuente productividad láctea. No obstante, Santa Fe se diferenció de este dinamismo y tuvo un descenso de apenas el 0,2% entre ambos años. En consecuencia, la participación de la provincia dentro del abastecimiento nacional se redujo al 20,8%, luego de haber provisto el 21,7% de la leche argentina en el 2020.
Los precios de la producción primaria en Santa Fe vienen teniendo en los últimos años un incremento de manera casi constante. Tomando las cotizaciones reales, a través del ajuste por el Coeficiente de Estabilización de Referencia, hasta el 2019 no se habían superado los $ 0,8/l, mientras que a partir de allí se vio una suba más pronunciada, alcanzando un máximo de $ 1,03/l en mayo de 2019. Luego, se podría afirmar que tuvimos una suerte de lateralización hasta que en los últimos meses tuvimos un nuevo repunte en los valores de la leche acabando con una cotización promedio de $ 1,01/l para marzo del 2022, apenas un par de centavos por debajo del máximo de los últimos 12 años.
Los movimientos de los precios del último tramo temporal pueden verse explicados en parte por la presión de las subas de los commodities en general. Al mismo tiempo, también contribuyeron a los aumentos de cotizaciones las severas condiciones climáticas de las principales regiones productivas de Argentina, donde la fuerte sequía del verano último verano generó perjuicios a la producción tambera.
Respecto al primero de estos puntos, se debe tener en consideración el aumento que se registra en los costos de la actividad. Teniendo en cuenta que el maíz representa una parte importante de la alimentación del ganado de los tambos, las cotizaciones del cereal influirán considerablemente sobre los valores de los productos lácteos. Sin embargo, el incremento de los valores de los granos amarillos ha superado al crecimiento de la leche, generando un descenso en la ratio leche/maíz. Este indicador representa cuánto maíz se puede adquirir con la venta de un litro de leche. Justamente, luego de alcanzar valores equivalentes y/o superiores los 2 kilos de maíz por litro de leche (entre el segundo semestre del 2019 y el primero del 2020), se registró una considerable caída, acercándonos actualmente a 1,4 kilos de maíz por litro de leche, encontrándose entre los peores registros de los últimos 12 años.
Por un lado, la industria láctea tuvo un desempeño levemente menor al 2020 si tomamos el promedio del Índice Provincial de Actividad Industrial (IPAI) para el sector lechero.
En este sentido, el promedio del 2021 arroja un valor de 113,8, cuando en el año anterior este cálculo resultó en un 115,4. No obstante, estos últimos años configuran los 2 mayores registros en la serie que presenta el Instituto Provincial de Estadística y Censos (IPEC) de Santa Fe. En consecuencia, este último año también superó al promedio de los últimos 5 años, cuando la actividad sectorial marcó un valor de 102,1. De esta forma, se infiere que la industrialización de la leche en Santa Fe tuvo un desempeño elevado en términos históricos, derivando en una mayor cantidad de Manufacturas de Origen Agropecuario.
Buena parte de estas manufacturas son demandadas por el sector externo, generando una tracción positiva sobre el agregado de valor provincial. En efecto, los productos lácteos se situaron nuevamente en la 7ma posición dentro de los rubros de mayores ingresos FOB de la provincia. Además, el incremento entre el 2020 y 2021 fue del 19,4% en términos de divisas, finalizando este último año con exportaciones sectoriales equivalentes a US$ 508 millones.
En cuanto a los productos enviados al exterior tenemos que la leche en polvo y a la mozzarella son los principales bienes exportados a nivel nacional. En conjunto, estos dos bienes supusieron el 48,7% de los ingresos del sector lácteo de Argentina en todo el 2021. Asimismo, los principales destinos de exportación son Argelia, Brasil y Rusia, alcanzando entre los 3, una participación del 62,8% dentro de los ingresos por exportación del sector a nivel nacional.
Por otra parte, se debe recalcar la influencia de los precios internacionales dentro de los ingresos de exportación de los bienes lácteos, puesto que el contexto actual brinda soporte a las cotizaciones, apuntalando los resultados exportadores. En este sentido, una de las principales referencias son los valores del Global Dairy Trade que, a comienzos de marzo del 2022, tuvo valores máximos en 8 años, alcanzando los US$ 4.757/t para la leche en polvo. Si bien, en las últimas semanas hemos tenido un descenso en los valores internacionales del principal producto de exportación del sector lácteo, las cotizaciones hasta el 19 de abril se encontraron en niveles históricamente elevados.
El sector lácteo de Santa Fe ha registrado dos años favorables en términos de producción e industrialización, gozando con exportaciones cuantiosas y precios internacionales al alza. Esta dinámica genera una inercia dentro de las expectativas sectoriales, por lo que podría esperarse que al menos se mantengan estos resultados. No obstante, deben tenerse en consideración las siguientes cuestiones:
• Precios de los cereales y forrajes: Como se analizó previamente, los costos del sector dependen de los alimentos y, en consecuencia, las subas relativas del precio del maíz por sobre los valores de la leche, generan reducciones de márgenes productivos. Esto, a la larga, puede llegar a generar complicaciones productivas y/o incrementos en el valor real de la leche para poder mantener una rentabilidad en la actividad.
• Conflicto en la región del Mar Negro: Rusia fue en el 2021 el tercer mayor importador de los productos del sector. Actualmente, este mercado ha frenado por el conflicto bélico por el que atraviesa. Para sortear esta situación, se deben reubicar los productos que se exportaron al país de los zares, manteniendo la tracción que el sector externo venía realizando sobre la producción láctea de la provincia.
Por Alberto Lugones – Emilce Terré
Fuente: Bolsa de Comercio de Rosario