Aunque no tienen la pretensión de las grandes metrópolis, las ciudades industriales suelen dar señales de futurismo en su propia lengua.
Cuautitlán Izcalli, un corredor industrial del Estado de México, alberga el centro de innovación de Alpura, un edificio en el que ingenieros y científicos analizan cómo será el siguiente producto que la marca pondrá a la venta.
Los especialistas formulan, ponen a prueba, se acercan a un resultado y reintentan: lo hacen con el gusto, el aroma, la consistencia, la imagen…
En este centro dedicado a los sabores de mañana también se cuenta con una planta piloto, en la que se ensayan procesos industriales, nuevas tecnologías y productos a una escala menor, para posteriormente replicarlos en alguna de las tres plantas con las que cuenta la marca.
Este 2022, Alpura llega a sus primeros 50 años de existencia con un hambre de futuro evidente.
De acuerdo con Euromonitor, Grupo Lala encabeza el mercado de venta de leche y productos lácteos en el país, con un 38.1% del sector, mientras que Alpura le sigue en segundo lugar, con 22.4%.
“Si lo miras en ventas, somos número dos, pero nuestro interés es ser la marca favorita de nuestro consumidor, hoy y mañana. La empresa más querida”, dice François Bouyra, director general de Alpura desde hace poco más de un año.
François Bouyra es un francés robusto de cincuenta y tantos años que ha pasado los últimos 30 en México. Tiene un español impecable, una experiencia de puestos directivos en grandes empresas y el reto de llevar a la marca a escribir su siguiente capítulo.
“Si queremos sumar otros 50 años de historia, necesitamos entender que lo que sirvió en el pasado no necesariamente funcionará en el futuro”, zanja Bouyra.
El plan de la compañía se ha establecido en fortalecer cinco entidades esenciales para el desarrollo de la compañía: los productores ganaderos –Alpura trabaja en exclusiva con 113 ranchos repartidos en diferentes estados de la República–, los proveedores de insumos, los colaboradores, los distribuidores de sus productos y los consumidores.
Para Bouyra, el mayor reto está en estos últimos, los clientes.
“Durante muchos años, nos hemos ocupado más del socio ganadero antes de poner al cliente en el centro de la conversación”, reconoce el directivo.
Sin embargo, con la transformación que vive el consumidor actual, la empresa ha visto la necesidad de dar un giro y mirar con mayor apertura las necesidades del público.
“Si el consumidor muestra interés en consumir bebidas vegetales, competencia de la leche, entonces necesitamos jugar ahí”, anticipa.
Alpura, la marca preferida de leche en el centro y sur del país y que, en su logotipo, posicionado en el imaginario colectivo de los mexicanos, muestra una vaca que sonríe sutilmente, sabe que es necesario entrar en el mercado de las bebidas alternativas.
De acuerdo con estimaciones como la de Market Research Future, la industria de las bebidas vegetales alcanzará un valor de 38 mil millones de dólares para 2027.
“Lo más importante es acompañar la necesidad del consumidor de encontrar opciones de nutrición”, dice Gendi Cordero, director de Investigación, Desarrollo e Innovación de la compañía.
Gendi, un joven ejecutivo costarricense que lidera uno de los equipos más importantes de la marca de cara a los próximos años, evalúa diariamente las diferentes formas de enamorar al consumidor a través de todas las categorías de Alpura.
“Tratamos de capturar nuevos momentos de consumo, por ejemplo, con el yogur, que es un gran alimento, pero que después del desayuno tiene muy poca participación en la dieta de nuestros consumidores”, dice Gendi.
Por otro lado, el sabor de las bebidas vegetales es visto como un reto para la industria, por lo que Alpura ya trabaja en mejorar la indulgencia y las sensaciones de estos productos.
Son dos ejemplos de cómo se adapta la firma a una nueva forma de consumir.
En 1973, a un año de su fundación, Alpura trascendió como la primera marca en realizar procesos de ultrapasteurización de leche en el país, y tiempo después, también se convirtió en la primera en lanzar al mercado una leche deslactosada. La innovación no le es ajena a una marca que, al llegar a sus 50 años de existencia, piensa en el futuro como una quinceañera.
PRESENTE
De acuerdo con la Federación Mexicana de Lechería (Femeleche), el valor del sector de productos lácteos en el país es de unos 252 mil millones de pesos, mientras que la producción nacional ronda los 78 mil millones de pesos.
La leche es uno de los alimentos más versátiles, pues ofrece la base para la creación de muchos otros productos.
Alpura participa en prácticamente toda la gama de lácteos que el consumidor puede encontrar en el anaquel, dice Jonathan Mata, director de Trade Marketing de la firma.
Leche blanca, leche especializada, leche premium, leche en polvo, crema, media crema, leche evaporada, mantequilla, leche saborizada, yogur y quesos, muchos tipos de queso.
El valor nutricional de la leche no está a discusión.
De acuerdo con el libro La Autosuficiencia Lechera en México es Posible (editado por el Consejo Nacional Agropecuario, 2013), la leche aporta más de 100 sustancias que se encuentran en solución, suspensión y emulsión en el agua.
Destaca por su aporte de calcio, proteína (caseína), vitamina D, fósforo, así como tiamina (vitamina B1), riboflavina (B2) y vitamina A.
Pese a todos estos aportes, México es, en realidad, un país que consume poca leche.
El consumo diario per cápita de leche en el país es de 250 ml, por los 740 ml que ingiere cada persona en Estados Unidos, de acuerdo con el Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal.
El reto de Alpura es impulsar la disponibilidad y el consumo de los productos lácteos, y para ello busca fortalecer sus canales de distribución.
Hace dos años, la firma concretó una alianza con GEPP (Pepsico) para llevar el portafolio de Alpura a muchas más ciudades, municipios, pueblos, colonias, pero también para integrarse mejor a puntos de venta que había dejado un poco de lado.
“El canal moderno tiene un sinnúmero de segmentaciones, y es un hecho que Alpura presenta fuertes oportunidades al respecto”, reconoce Bouyra.
Las bodegas, los supermercados, los hipermercados, los clubes de precio y el negocio de proximidad ofrecen un abanico muy amplio en el que quiere tener presencia permanente la firma mexicana.
“Queremos integrarnos más a los changarros, y entenderlos, pues no todos son iguales: algunos parecen un minisúper y otros son espacios adaptados dentro de una casa en los que una persona te atiende a través de una pequeña ventana”, explica el francés.
“Si queremos mantener el éxito muchos años más, necesitamos adaptar la estructura comercial a estas nuevas tendencias”.
Es cierto. De acuerdo con el Censo Económico 2019, en México hay 998 mil 120 negocios dedicados al comercio al por menor de abarrotes, alimentos y bebidas. Las famosas tienditas.
Por otro lado, la compañía también busca capitalizar las oportunidades que ofrece el eCommerce, a través de los retailers, mayoristas y pure players.
“El cliente sumó este canal a su actividad y necesitamos ser comercializadores. El producto se presta para ello, pues si el cliente compra una caja de 12 litros, siempre va a preferir recibirla en casa desde un eCommerce”, asegura el directivo.
El presente de la marca es de celebración (en el marco de sus 50 años), pero sobre todo de cuestionamientos, de entender hacia dónde está mirando el consumidor y cómo, entre ese universo de posibilidades, posicionar el producto adecuado para el cliente correcto.
PASADO
La actividad lechera en el centro del país no es lo que era.
Actualmente, el Estado de México produce 4.4% de la leche que se produce en el país, mientras que la Ciudad de México ni siquiera figura entre las diez principales entidades lecheras del mapa nacional.
Sin embargo, a inicios de los años 70, a la cuenca lechera del Valle de México se le veía futuro.
Ahí fue donde surgió Alpura, una firma que se conformó oficialmente en 1970 y empezó a operar en el 72, con la unión de un grupo de ganaderos que fortalecieron su producción a través de un emprendimiento con el que procesaron y comercializaron de forma eficaz la leche que se obtenía en sus propios ranchos.
La empresa ha sido disruptora en un sector que inició convencional y hoy se ha transformado en una industria con alta intervención tecnológica y científica.
“Alpura cuenta con sus propios ranchos a lo largo de la República con ordeña automatizada, donde en ningún momento la leche es tocada por el hombre”, ejemplifica Jonathan Mata, el director de mercadotecnia.
El espíritu visionario de aquellos emprendedores hoy se resume en una empresa de 10 mil colaboradores directos y 7 mil indirectos, tres plantas ubicadas en Chihuahua, Cuautitlán Izcalli y San Luis Potosí, 24 unidades de negocio y 25 distribuidores, un hato lechero de 139 mil vacas y 14 líneas de productos con más de 100 etiquetas.
“Ser una empresa 100% mexicana es motivo de mucho orgullo y un gran desafío, porque nos enfrentamos a multinacionales con diferentes productos, y eso nos obliga a hacer las cosas mejor todos los días”, termina Bouyra, quien enfrenta un último reto de cosmética: hacer que una marca con medio siglo de historia se siga viendo joven.