El último relevo de empresas lácteas arrojó un universo de más de 650, de las cuales la mayoría son pequeñas y medianas empresas, incluidas también las micro pymes familiares. Las usinas lácteas tienen su propia cámara, pero las más pequeñas y numerosas se nuclean en la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel).
En la reciente edición de la muestra Todo Láctea, realizada en Villa maría, el presidente de Apymel, Pablo Villano, logró entregar al ministro de Agricultura, Julián Domínguez, una carpeta que contenía los principales pedidos del sector al Estado. Es que las Pymes lácteas -la mayoría de ellas son queseras- tienen necesidades muy diferentes a las de los grandes jugadores del negocio. Uno de sus temas más recurrentes es la necesidad de financiamiento.
“Es un talón de Aquiles absolutamente. Lo que tenemos que lograr es eficiencia, competitividad y en la medida que se pueda, que esas empresas se tecnifiquen. Eso no implica reducir personal sino lograr producir más y empezar a tener más eficiencia, más litros por empleado”, dijo a Bichos de Campo el presidente de Apymel.
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En esa línea, la Asociación comenzó a trabajar alrededor de distintos proyectos en pos de lograr impulsar a esas pequeñas empresas. En algunos casos se trata de retomar iniciativas que quedaron truncas en el pasado. Por ejemplo, una de las iniciativas apunta a integrar a las empresas más pequeñas al Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (SIGLeA) de forma gratuita, para lograr la formalización y un mejor monitoreo de esas producciones. Esto debería incluir a quienes hacen leches especiales, como las de cabra, oveja y búfala.
En el caso de las mico empresas, Villano explicó que “en general son empresas familiares y ya hemos logrado, junto al Ministerio, darles una categoría de ‘Establecimiento Artesanal Lácteo’. Eso no implica una diferencia en la inocuidad, ya que siempre se le exigen cuidados como a las grandes empresas, sino en lo que (se flexibilizan las normativas) en habilitaciones y estructuras”.
Otra de las iniciativas apunta a conseguir fondos para instalar software de control entre estas empresas de menor escala. Particularmente Apymel se encuentra desarrollando desde hace dos años un programa de gestión exclusivo para pymes, al cual buscan ofrecer de forma gratuita a sus asociados.
“Lo fundamental de esto es que (las Pymes lácteas) se ordenen con los números. Muchas veces las cosas no se pueden corregir porque no se sabe cuantificar eso. La ida es que todo este documentado, ordenado y con este programa pensamos hacerlo”, afirmó el presidente.
Pero ese no es el único proyecto que precisaría fondos. La asociación también está buscando apoyo para relanzar “AgenDairy” (Leche Argentina), una marca propiedad de Apymel a la que buscan posicionar como sello de calidad para las pymes, y a partir de allí potenciar las exportaciones del sector.
“Queremos que sea una marca emblema de las pymes lácteas, donde consoliden las pequeñas empresas los quesos para exportar e incluso para el mercado interno también”, concluyó Villano antes de entregar esta carpeta de reclamos al ministro Domínguez.