Frutos secos, vino, tomate, caña, yerba, lácteos se ven afectados. Hay dificultades para cosechar y trasladar la producción a comercio e industrias, lo que complica la provisión y podría dar impulso adicional a los precios.
El faltante de gasoil golpea al campo y a todos los sectores productivos del país. El problema se arrastra desde marzo y aún no se pudo o supo solucionar, poniendo en serios inconvenientes logística, labores culturales, siembra y cosecha de las diferentes producciones de país, dando lugar a posibles problemas de desabastecimiento, agotamiento de stocks y consecuente alza de precios de los alimentos, que sumaría más presión a la inflación.
El campo, sobre todo en época de cosecha de granos, consume casi un cuarto del gasoil a nivel nacional. El problema se evidenció en marzo, ni bien comenzó el ataque de Rusia a Ucrania, y afectó a la cosecha gruesa. Hoy los principales problemas se registran en el norte del país y en provincias limítrofes, justo cuando deben mostrar todo su potencial productivo con la zafra de la caña de azúcar, el limón y la yerba mate.
Según un relevamiento que realizó la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) a pedido de Infobae, hay varias producciones regionales afectadas por la falta de combustible y en ellas el fantasma del desabastecimiento empieza a tomar forma. Existe un impacto combinado: de un lado, complicaciones a la hora de hacer las labores culturales (siembra, cosecha, mantenimiento de cultivos); del otro, la logística: transporte de la producción del campo a las industrias y los comercios.
Relevamiento y gasoil blue
Si comenzamos por el norte, la zafra azucarera, la yerba mate, la mandioca y la actividad forestal atraviesan serios inconvenientes. El presidente de Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones, Cristián Klingbeil, precisó que, en el caso de la yerba, hay dos problemas: la merma en la producción y en el stock por la sequía, y el hecho de que los que venden yerba empaquetada “están teniendo dificultades para su traslado a cualquier parte del país, pues se está encareciendo mucho el flete y consiguen combustible ‘blue’, más caro que el oficial”. Por tal razón, los precios subirían próximamente.
En el caso de la mandioca, los productores optan por suspender su cosecha para tener combustible y “levantar otras producciones”, mientras que en la actividad forestal “no están pudiendo obtener la madera por no tener combustible para maquinarias, es probable que empiece a subir su precio”, agregó Klingbeil.
En la zona de Cuyo, hay problemas en el sector tomatero, vitivinícola y de frutos secos. El presidente de la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajos, Cebollas y Afines de Mendoza, Guillermo San Martín, dijo que en el caso de los productos tomatados, la falta de combustible retrasa fletes y posibles abastecimientos a centros de consumo, con potenciales “repercusiones en los precios”. En cuanto a frutos secos, el dirigente de la Federación Económica de Mendoza, Sebastián Lafalla, marcó que “la falta de gasoil no permite estar llegando con los productos al mercado interno, mayormente a Buenos Aires que es donde se distribuye todo”.
En cuanto a los vinos, el titular de la Federación de Viñateros y Productores Agropecuarios de San Juan, Eduardo Garcés, sostuvo que “todos los trastornos, sean del tipo que sean, influyen en un buen abastecimiento, con el agravante que quien no pudo comprar algo lo reemplaza por otro producto. Cuando escasea un producto seguro sube de precio y lo paga el consumidor sin llegar al productor. Dicho de otra forma, se perjudica al consumidor y al productor. El productor tiene problemas para conseguir ese combustible que necesita para las tareas de producción en el campo”.
La cuestión en el sector olivícola también se está complicando. El técnico de la Asociación Olivícola Catamarqueña, Federico Alonso, advirtió que “si la situación se agrava o perdura, se complicarán los movimientos hacia las plantas fraccionadoras”, retrasando los trabajos, mientras que el presidente de la Cámara Riojana de Productores Agropecuarios, Mario González, remarcó que “el problema es grave” en la provincia y que “la logística se ve afectada, tanto para trasladar los productos hacia los centros de consumo como para el traslado de los insumos que tienen que llegar para poder producir. La escasez puede hacer que los precios aumenten y, además, puede que el consumidor ya no esté dispuesto a pagar, lo que haría caer el consumo”.
Región centro
Los problemas de la región centro, más allá de las complicaciones que puedan ocurrir con la siembra de trigo y la recolección del maíz, se presentan inconvenientes en el sector lechero, de los huevos y hortícola. El presidente de la Cámara Argentina de Productores Avícolas, Javier Prida, indicó que “los huevos de mesa podrían faltar en el mercado interno por la escasez de gasoil, pero no creen que sus precios suban ya que hay mucha oferta”.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel), Pablo Villano, señaló que “el mayor problema sucede en la entrega de los productos, en la logística. Los inconvenientes están ocurriendo en la ruta, por las filas y el tiempo de espera para cargar gasoil. También eso se refleja en tarifas de fletes asociado a los tiempos de espera. Entendemos que el problema se va a resolver antes de que se produzca algún faltante en la góndola”.
En cuanto a la producción de cítricos dulces, el presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos, Ariel Panozzo Gamarello, dijo que el combustible que se consigue es con sobreprecios, mientras que el titular de la Asociación de Productores Hortícolas de esa provincia manifestó que “si la faltante de gasoil se extiende en el tiempo, indudablemente va a comenzar a faltar mercadería”.
“Inevitable”
Estos problemas productivos y logísticos podrían traducirse en problemas de abastecimiento y consecuentemente en un aumento de los precios por escasez en la oferta de los mismos. En este sentido, el director de la consultora Focus Market, Damián Di Pace, explicó que, si bien todavía no hay desabastecimiento, “lo que sí está sucediendo es que los ciclos de origen, producción e industria a comercialización llevan un tiempo en agotar el stock. En el norte está habiendo problemas para levantar la producción y, evidentemente, se están generando las condiciones de un embudo próximo a que sí pueda llegar a haber desabastecimiento en productos. Es inevitable, porque se están generando las condiciones para que eso suceda”.
“El problema es que esta situación del gasoil no se va a solucionar porque el Gobierno está empecinado en que va a tener suministro de gasoil, pero gasoil no hay”, lamentó Di Pace, quien sostuvo que no solo se ve perjudicada las cosechas o el transporte de la mercadería a industrias o comercios, sino que también hay complicaciones en la logística en insumos para el sector manufacturero, por lo “que puede estrangularse la cadena de valor respecto de la producción industrial del producto”.
“Ante una disminución del stock y una demanda estable o creciente, es probable que los precios se vayan volando. Si no existe la posibilidad de distribuir en la cadena de valor, evidentemente se va a romper el stock y lo que va a quedar va a tener otro precio”, afirmó Di Pace y advirtió que “de continuar esta situación en agosto va a empezar a haber problemas de precio. El problema del gasoil viene desde marzo y si esto continua en julio, vamos a empezar a ver los problemas de precios en agosto”.