Los trabajadores de la industria láctea están movilizados y “desde el 3 de junio” despliegan acciones de lucha sindical debido a “una pérdida salarial” acumulada en “18 meses”, generada “por las pautas” del gobierno “en la octava ronda de Consejos de Salarios” y que “hoy alcanza el 8,5%”, esto es “bastante más de 20 jornales a lo largo de un año que se están perdiendo”, explicó el dirigente sindical Enrique Méndez en Menú Informativo de M24.

Méndez subrayó que “de no terminar esa pérdida salarial” implicará “un impacto importantísimo” en los ingresos de los trabajadores; “tenemos Consejo de Salario vencido desde el 31 de diciembre” pasado “y estamos a la espera de poder llegar a un acuerdo” con la Cámara de la Industria Láctea, dijo el referente de la Federación de Trabajadores del rubro (FTIL).

Informó que “hemos hecho muchos intentos” de acordar con la contraparte, “cambiando incluso planteos que nosotros hemos realizado” y que reseñó; pero los representantes empresariales “se negaron desde un comienzo a tratar cualquier tipo de beneficio económico o de crecimiento salarial; y lamentablemente, por más que aceptamos el convenio que ellos habían planteado, a 4 años con una recuperación de lo perdido en 24 meses, han cambiado una serie de cuestiones vinculada a las cláusulas obligacionales”.

Entre “lo que está sobre la mesa” en materia de las medidas sindicales que continuarán desarrollando, algunas se orientarán al “mercado externo”, o sea “en los sectores que trabajan para la exportación dentro de las plantas”.

En función de esto prevén tomar contacto con “las embajadas, dígase Cuba, Brasil, China” y demás legaciones diplomáticas de países con los que esta industria “trabaja en el mercado externo”, al efecto de “solicitar reuniones básicamente para presentar nuestra preocupación” por si el conflicto “no se resuelve” ya que esto podría generar “impacto” sobre “las exportaciones”.

Méndez respondió al ministro de Trabajo, Pablo Mieres, quien opinó que aquello supondría un error porque afectaría al país: “lo único que estamos haciendo es alertando que sin duda hay un escenario de conflictividad que debe resolverse donde también los sectores empleadores son responsables”.

Añadió que “el propio ministro salió a mencionar que en la industria láctea estamos acostumbrados a firmar acuerdos y después a hacer lo que se nos antoja; y eso también tenemos que decir que no es así, que en la industria láctea tenemos cláusulas de paz por las cuestiones que acordamos” y que “nunca han sido violadas en el marco de las negociaciones y los Consejos de Salarios; siempre hemos respetado lo que acordamos y nosotros no salimos a reclamar un beneficio que no fue acordado previamente, (…) se hace un relato edulcorado, falaz, (…) no es tal como lo está planteando”.

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