El máximo responsable del grupo Lactalis avisa de un grave problema generacional en el campo de España y de Europa

La leche lleva años malbaratada en España. El incremento de su precio en origen desde 2018 y las recientes subidas del precio de venta hacen que empiece a igualarse al resto de Europa y, lo más importante, que los ganaderos, el eslabón más débil, no trabaje en pérdidas.

Lactalis está presente en cuatro continentes con marcas como Puleva, Flor de Esgueva, El Ventero o Lauki. Emplea a casi 85.500 personas y facturó 22.000 millones en 2021.

Ignacio Elola, el CEO del Grupo Lactalis en España, visita El Debate para hablar del sector lácteo, de las inseguridades de la cadena láctea o de cómo las marcas, por las que tanto apuesta su grupo, son desterradas de los lineales de los supermercados, también explica cómo trabajan junto a los ganaderos para seguir creando valor a una «empresa familiar».

–¿Los altos costes de producción y los nuevos acuerdos de importación acorralan a la ganadería?

–El tema de los costes de producción es una preocupación que nos atañe a todos los que formamos parte del sector agroalimentario. Lo importante es que seamos capaces de configurar una cadena de valor en su conjunto sostenible. Es evidente que la inflación es muy relevante para los ganaderos, que han tenido unos costes de producción superiores a los que venían soportando, unos precios que se han ido mejorando en los últimos meses. Estamos revisando nuestros contratos con ellos. Pero no podemos olvidar que lo que limita la posibilidad de esa mejor retribución es el precio final que está en los lineales y que no lo determinamos ni los ganaderos ni la industria.

–¿Qué papel juega el sector lácteo en la economía española y en el medio rural?

–No olvidemos que generamos más de 60.000 empleos directos y que facturamos más de 13.000 millones de euros, pero también somos importantes por la importancia que tiene la fijación en el territorio de la actividad ganadera. Una actividad que permite garantizar la continuidad de la población en determinadas zonas y que va también muy ligada a la actividad industrial.

España tiene un problema grave de relevo generacional en el sector del campo

En el caso de Lactalis, de las ocho fábricas que tenemos en nuestro país, cuatro están en poblaciones de menos de 25.000 habitantes y cuatro de ellas están en poblaciones de menos de 300.000 habitantes. Ante estos incendios tan lamentables que estamos sufriendo hay que destacar la importancia que la actividad ganadera tiene en el cuidado y en la permanencia de bosques y de medio rural.

–¿Qué opina de la aprobación de la nueva ley de la cadena que protege a la cadena láctea?

–La cadena láctea es una buena iniciativa. Necesaria para el sector agroalimentario español. Pero no es suficiente. Nos genera algunas inseguridades a la hora de su aplicación. Tiene puntos de mejora. El sector lácteo ya estaba regulado desde el año 2015. Esta ley de la cadena viene a ser un añadido sobre todas las legislaciones que teníamos ya fijadas en el sector lácteo.

Habría que poner un poquito más de foco en cómo garantizamos que los márgenes de la industria se respeten y que los márgenes de la industria en sus ventas se garanticen.

–¿Protege España la leche que produce?

–España y Europa en general tienen un problema grave de relevo generacional en el sector del campo. El gran reto que tenemos como país y casi como continente, es cómo somos capaces de garantizar que una materia prima, como por ejemplo la leche, esté disponible para la industria en los próximos años. Vivimos con preocupación la desaparición de explotaciones ganaderas en nuestro país. Es una disminución prácticamente sostenida en los últimos años de un 6 % anual.

Por primera vez la producción de leche de vaca ha disminuido respecto a las medidas de los últimos años

La producción global se ha podido mantener gracias a las mejoras de productividad. En España se ha mantenido e incluso ha crecido en torno a uno o 2 %. Por primera vez, la producción de leche en España, de vaca, pero también de oveja o de cabra, ha disminuido respecto a las medidas de los últimos años.

Limitar el tamaño de explotaciones nos puede llevar a un error de futuro. La más grande no es la que más contamina. La que más contamina es aquella que no hace bien las cosas.

–¿Cómo es la relación de Lactalis con sus ganaderos?

–Lactalis es un proyecto a largo plazo, un proyecto de futuro. Nuestra compañía va a cumplir cien años y en España el año que viene cumplimos 40. Todas esas relaciones tanto con proveedores como clientes las afrontamos siempre con una visión de largo plazo y de futuro.

La mayoría de los ganaderos que tenemos en España son ganaderos que llevan muchos años trabajando con nosotros. Queremos aportarles no sólo esa rentabilidad, también la continua mejora de las condiciones y aportarles otros elementos que les ayuden a su desarrollo.

Hay que poner medidas que permitan que los consumidores tengan la opción de elegir y que las marcas no estén desterradas

Lactalis fue de los primeros en apostar por la leche ecológica y, por lo tanto, fuimos capaces de aportar una nueva idea de explotación. Somos la compañía que más granjas tiene certificadas en bienestar animal. Nuestra preocupación principal es garantizar la viabilidad de esos negocios y la vida de nuestros proveedores.

–Las marcas se quejan de que en los lineales de algunos supermercados no aparecen sus productos, ¿qué opina sobre esta polémica?

–Lactalis es una compañía que invierte en marcas y en innovación. Puleva cumplió 60 años hace poco. Flor de Esgueva ha cumplido 75 años. Entendemos que las marcas generan valor. Cuando uno analiza la situación del mercado español y la compara con otros mercados, es realmente preocupante la baja penetración que tienen la innovación y las marcas en el sector de la distribución en nuestro país.

Somos la segunda actividad después del turismo en su aportación al PIB español

Hay que poner medidas que permitan que los consumidores tengan la opción de elegir y que las marcas no estén desterradas o no estén colocadas en espacios de muy poca visibilidad. Sin marcas no hay inversión. Y sin inversión no hay futuro para un sector agroalimentario que es muy importante para este país. No olvidemos que somos la segunda actividad después del turismo en su aportación al PIB español.

–¿Subirán los precios de los productos lácteos en los próximos meses?

–Deben continuar subiendo porque los costes siguen subiendo. Si queremos hacer de esta cadena una cadena sostenible, si realmente queremos que el ganadero tenga una retribución adecuada a sus costes de producción, si queremos que la industria tenga unos márgenes suficientes para continuar invirtiendo y para continuar desarrollando su actividad y si queremos que la distribución continúe creciendo, los productos lácteos tienen que continuar aumentando su precio. De otra forma, esa cadena no es sostenible.

Nuestra actividad es electro intensiva, a pesar de que no somos considerados por el momento como tal. Demandamos que así sea, porque nuestra industria necesita muchísima energía, tanto eléctrica como de gas. El coste del carbón ha subido por encima de 100 %, el coste de plásticos también ha aumentado por encima de 100 %, las tasas verdes, otros impuestos… Esos costes añadidos que está soportando la industria tienen que acabar repercutiendo al consumidor.

Los productos lácteos en nuestro país en los últimos años han estado muy lejos de los precios que se pagaban en el resto de Europa

Los productos lácteos en nuestro país en los últimos años han estado muy lejos de los precios que se pagaban en el resto de Europa. Un litro de leche en este país hasta hace muy poco se vendía a 60 céntimos, mientras que, por ejemplo, en Francia estaba prácticamente a un euro. No tiene sentido que pretendamos retribuir a los ganaderos a un precio razonable o a un precio similar al precio francés y que luego tengamos la diferencia de coste de casi 40 céntimos entre un precio de un litro de leche del que se encuentra lineal. Esas diferencias no son sostenibles.

–¿El grupo Lactalis seguirá creciendo?

–Vamos a continuar invirtiendo no sólo en España. Trabajamos para hacer de Lactalis ya no sólo la primera empresa láctea mundial, sino estar en el top diez de las empresas de alimentación. La inversión de innovación es importantísima para lanzar nuevos productos que permitan aportar a los consumidores productos saludables y sabrosos.

En España, en este momento, no nos planteamos inversiones en el sentido de compras o de desarrollo inorgánico de la compañía, pero año a año invertimos entre 10 y 20 millones de euros en todas las fábricas para continuar haciendo mejoras tanto en los efectos productivos como en aspectos medioambientales.

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