Leche Río y Clun, las dos mayores empresas lácteas gallegas, lograron cerrar su último ejercicio con un importante incremento de ingresos pese al complejo contexto del sector, que todavía sufrió por las restricciones del Covid y las interrupciones en la actividad hostelera. El estancamiento del consumo también jugó en contra de las compañías, que han tenido dificultades para elevar su facturación. No es el caso de los grupos gallegos.
El que dirige Carmen Lence, el mayor del sector de capital gallego, cerró 2021 con 153,5 millones de cifra de negocio, un 10% más. De las cuatro compañías que más leche recogen en Galicia fue la única que logró un crecimiento a doble dígito. El dato es especialmente relevante para una empresa que venía de reducir drásticamente sus niveles de recogida y su facturación, pero que bajo la dirección de Carmen Lence, hija del fundador, ha apostado por engordar, con la importancia que implica ese crecimiento para la cohesión territorial. En el último ejercicio, el aumento de ingresos vino acompañado además por una mayor rentabilidad, situando el resultado de explotación en los 4,5 millones.
Clun, por su parte, se anotó unos ingresos de 188 millones, un 7,5% más, por lo que también se sitúa entre los grupos que más crecen en el sector. Sin embargo, la alianza de Feiraco, Os Irmandiños y Melisanto tiene una parte de su facturación ligada a los servicios ganaderos y a la venta de piensos. En todo caso, todo hace pensar que las dos empresas gallegas aumentaron su peso en la recogida durante el año pasado. En la asamblea de socios, Clun dio la cifra exacta al indicar que recoge un 6% de la leche de las granjas gallegas.
Lactalis y Capsa, más planos
Los dos grupos que más leche recogen en Galicia son Lactalis y Capsa. La multinacional francesa, líder de manera destacada, cerró el ejercicio con una caída de facturación en el mercado español, donde alcanzó una cifra de negocio de 1.212 millones. La compañía de Puleva, Gran Capitán, El Ventero o President había alcanzado los 1.266 millones en 2020 y los 1.261 millones en 2019. También descendió el volumen de leche recogida, 995 millones de litros cuando había superado los 1.000 millones el año anterior.
El consejero delegado del grupo, Ignacio Elola, apuntó algunos de los problemas : «La subida de los costes de materias primas, energía y materiales, junto al hecho de que el consumo de productos lácteos no experimentó finalmente el ritmo de recuperación que esperábamos, afectaron de lleno al sector».
Capsa, el grupo de central lechera Asturiana, sí que marcó un récord de ingresos, pero incrementando solamente en un 1% el dato del ejercicio anterior, al alcanzar los 758 millones. El grupo de Central Lechera Asturiana encogió su beneficio un 24%, hasta los 19 millones, afectado principalmente por el incremento de costes de la segunda mitad del año. Los embalajes se encarecieron un 12% y las materias primas, incluida la leche en origen, un 4%.
La recuperación de Leche Celta
El grupo portugués Leche Celta fue, después de Río, el que más creció durante el año pasado, logrando incrementar su cifra de negocio 8% y alcanzando los 233 millones de facturación. La empresa hace un análisis del mercado en su informe de gestión en el que explica que «la leche líquida ha tenido un desempeño negativo respecto a 2020 con la caída del 5,6% en volumen y del 1,2% respecto a 2019, aunque de alguna manera se observa que ya estamos volviendo a niveles prepandemia». añade que la leche UHT decreció un 2,4% y las leches enriquecidas un 12,1%.
Una de las claves para mejoría de Celta fue, precisamente, un mayor volumen de litros vendidos de leche enriquecida, así como un incremento de las ventas de mantequilla en la segunda mitad del año. Esto permitió a la empresa de Lactogal rebajar las pérdidas desde los 5,5 millones de 2020 a poco más de 500.000 euros el año pasado.