Los principales grupos multinacionales del gran consumo, es decir, de alimentación, bebidas y productos para el hogar, registraron significativas mejoras en los ingresos acumulados durante el primer semestre del año, según los resultados que todas ellas han presentado en las últimas semanas. Sin embargo, en todas las compañías analizadas, nueve de las principales del sector, hay un factor común que explica esos incrementos: las subidas de precios que están llevando a cabo para preservar los márgenes y, de esta forma, compensar los efectos que la inflación está teniendo en sus negocios.
Coca-Cola, Pepsico, Ab Inbev, Mondelez, Kraft Heinz, Unilever, Nestlé y Danone en el primer semestre, y Procter & Gamble en el conjunto del ejercicio, tras cerrarlo el 30 de junio, han tenido una evolución positiva de sus ingresos. Del 5% anual de P&G al 17% en las ventas orgánicas de Coca-Cola. Un crecimiento medio del 10% entre los nueve grupos analizados, del que una media de 80 puntos corresponden a las subidas de precios aplicadas.
El porcentaje varía entre compañías, pero es elevado en todas ellas. En algunas, como Kraft Heinz o Unilever, el factor precio es la única razón del crecimiento al cierre del semestre, puesto que ambas han registrado caídas en los volúmenes vendidos. La primera mejoró un 8,5% los ingresos con una caída del volumen del 2,3%. La segunda facturó un 8,1% más, pese a comercializar un 1,6% menos de producto.
Nestlé, el gigante mundial de la alimentación, se anotó un alza de la cifra de negocios del 8,1% hasta junio. De ese porcentaje, 6,5 puntos, el 80%, vino de los mayores precios. Misma proporción se ha dado en empresas como Danone o Pepsico, mientras que otras, como Coca-Cola, Mondelez y Procter & Gamble han tenido una balanza un poco más equilibrada, con un peso en el entorno del 60%. Eso sí, en todos los casos salvo el de la cervecera AB Inbev, con un buen crecimiento de los volúmenes, el factor precio aumentó su peso sobre los crecimientos de los ingresos en el segundo trimestre respecto al primero, poniendo de relieve la tendencia al alza.
Este es hoy el tema principal en las comparecencias de los ejecutivos, que anticipan que la situación continuará en los próximos meses. Alan Jope, consejero delegado de Unilever, fue claro la semana pasada: “Los precios han aumentado progresivamente durante los últimos seis trimestres en respuesta a la creciente inflación de las materias primas”.
Este describió que esa política de aumentos empieza a llegar a un punto en el que las ventas se pueden verse afectadas de forma significativa. “Tenemos cuidado de no subir precios hasta un punto que comprometa la salud a largo plazo de la compañía. Pero estamos preparados para aceptar un impacto a corto plazo en nuestra competitividad, en algunos mercados en los que somos líderes en precio”, explicó, avanzando que en el segundo semestre se mantendrá la misma política de subidas.
También lo anticipó el consejero delegado y presidente y primer ejecutivo de Mondelez, Dirk Van de Put. “Aún tiene que haber una corrección de precios. La mayor parte ya se ha anunciado, y ahora estamos en las discusiones y en su implementación”, dijo.
En la misma línea se expresó el consejero delegado de Nestlé, Mark Schneider, ante los analistas. “Todavía hay subidas en marcha. Nuestro margen bruto todavía está impactado. Continuará ocurriendo en la segunda mitad del año”. El margen bruto del gigante suizo se situaba al cierre del semestre en un 46%, 280 puntos básicos menos que un año antes. Su beneficio operativo retrocedió un 3,5%, pese al mencionado incremento de los ingresos del 8,4%.
Rentabilidad
En su presentación de resultados semestrales, Nestlé describió un contexto de “inflación de costes significativa y sin precedentes”, aunque Schneider aún confía en que la presión sobre los márgenes sea “transitoria”. “Los precios tienen que ponerse aún al día con el encarecimiento de los costes. Como empresa de alimentación comprometida con unos precios responsables, los ajustes no funcionan tan rápido como en otras categorías de bienes de consumo”, por lo que espera que esas alzas en los precios se traduzcan en unos mejores márgenes en los próximos meses.
Nestlé no es la única que trabaja a marchas forzadas para que la inflación no se coma la rentabilidad de su negocio. Todas las empresas analizadas redujeron sus márgenes operativos, también afectados en la mayoría de los casos por los efectos de los tipos de cambio.
En cuanto a la rentabilidad neta, los resultados son desiguales. Pepsico lo mejora un 40% al cierre del semestre hasta los 5.690 millones de dólares, pero en el segundo trimestre la rentabilidad sufrió una caída también del 40%. “Todos estamos preocupados por la alta inflación y por cómo va a ser su impacto, sobre todo en la parte baja de la pirámide. Es ahí donde estamos teniendo más cuidado para que estos consumidores sigan comprometidos en nuestras categorías”, dijo a mediados de mes el ejecutivo español y presidente de Pepsico, Ramón Larguarta.
Danone (-30%), Mondelez (-22%), Nestlé (-10%), Unilever (-5%), y Coca-Cola (-4%) también han visto reducidos sus beneficios netos al cierre de los seis primeros meses del ejercicio.
TODAS, SALVO AB INBEV, MEJORAN SUS PREVISIONES DE INGRESOS
Cierre del año. Salvo la cervecera AB Inbev, todas las compañías de gran consumo analizadas que acaban de cerrar su primer semestre han revisado al alza sus previsiones de crecimiento de ingresos para el conjunto del año, debido precisamente a los incrementos de precios que están acometiendo. Coca-Cola ha pasado de una previsión de crecimiento en sus ventas orgánicas del 8% a una del 13%; Pepsico del 8% al 10%, Nestlé de un 5% a un 8% y Mondelez de un 4% a un 8%. También Unilever, que anticipa que estará por encima del 6,5% previsto al inicio del ejercicio, y Kraft Heinz, que crecerá a dígito simple alto. Danone, por su parte, pasa de una horquilla de entre el 3% al 5% a una de entre el 5% y el 6%. AB Inveb mantiene invariable su previsión.