Una tormenta perfecta sobre los productores lácteos gallegos que, ahora, se ve agravada por la sequía. Lo dice el Sindicato Labrego Galego (SLG), que indica que la menor disponibilidad de forraje deriva en una disminución de la producción en las granjas gallegas.
La secretaria xeral del sindicato, Isabel Vilalba, explica que «la sequía provoca que haya menos disponibilidad de forraje, a lo que hay añadir que en los últimos tiempos hubo una subida muy grande en todo el coste de alimentación, de cereales o en el transporte con el combustible».
Sin alimentos para el ganado
Vilalba también ha refrendado que esta situación está obligando a los ganaderos a que tengan que «sacrificar» antes sus animales «por una menor disponibilidad de alimentos».
«Las vacas, en producciones grandes, precisan de una ingesta mayor de materia seca, de proteína y al reducirse parte de esos concentrados se reduce la producción», ha advertido.
En definitiva, la dirigente agraria ha resumido que «hay una reducción global de la producción», una circunstancia que vincula también a la reducción de explotaciones lácteas.
Críticas a la orden de ayudas
Por lo demás, Isabel Vilalba ha criticado la orden de ayudas al sector de la carne por la subida de los costes de producción y así sostiene que «no se les da ayudas por los animales que crían y lo mismo pasa con el ovino y caprino».
«O se tiene un número muy alto de animales o se buscan criterios que favorecen a los cebaderos», subraya.
De esas ayudas, constata la secretaria xeral del Sindicato Labrego Galego que «aquellas granjas tradicionales en Galicia se dejan fuera porque no tienen un número de animales que marca el tope o se buscan subterfugios en la aplicación de las ayudas».
«De las ayudas a la carne que se sacaron ahora por los costes de producción, se pagan los animales criados en cebaderos y no se pagan los criados en explotaciones tradicionales», ha reprobado.