Diana Mondino no es solo una de las economistas más escuchadas en este momento en el país, tanto por sus frecuentes apariciones televisivas como su activa participación en las redes sociales. También tiene una vinculación directa con el campo: su marido y su hijo son productores agropecuarios y ella es “la que firma los cheques”, según bromeó ante la consulta de Infocampo.
Mondino estuvo el jueves pasado en una disertación ante más de 250 productores y empresarios del agro en la ciudad de Pilar (Córdoba), donde expuso sobre: “Argentina, ¿cómo salir del pantano?”
Y tras su conferencia, en diálogo con este medio, lamentó “el desperdicio de todas las oportunidades que tenemos” relacionadas al sector agropecuario y agroindustrial, y la “profunda ignorancia” del Gobierno de “no comprender que tenemos un potencial gigantesco y que las expectativas del sector agropecuario se podrían dar vuelta con muy poco esfuerzo”.
“El Gobierno está concentrado en la soja y tenemos más de 60 productos que se exportan. Focalizándose en un solo elemento están desperdiciando la oportunidad de crecer en tantos otros”, mencionó Mondino.
LOS EXPORTADORES, “AGRAVIADOS”
En el networking “Identidad Empresaria”, organizado por las empresas PM Talent Consulting y Grupo Pignatta, Mondino señaló como una de las claves para “salir del pantano”, la necesidad de “subirse al tren de la globalización”.
“Argentina aún no se subió, pero tiene la tecnología, la capacidad, los recursos humanos, para volver a hacerlo. Si queremos, nos podemos subir a la globalización mañana”, enfatizó.
Un inconveniente en este contexto, desde su punto de vista, es que falta generar una “corriente exportadora”.
“En nuestro país pensamos en la exportación como divisas; y eso es un error. Exportar es el resultado de todo el proceso que seguiste para conseguir que te paguen U$S 100 por tu producto. Con o sin devaluación, orientarse hacia la exportación es el camino; pero no se trata solo de vender un determinado producto, sino entender lo que el mundo demanda”, graficó.
La cuenta, según Mondino, es sencilla: “Si vendemos a 47 millones de argentinos que están cada vez más pobres, se complica. En cambio, si vendemos a 8.000 millones de personas, de las cuales algunas tienen mucha plata, las oportunidades son mayores”.
En este marco, Mondino consideró que la sequía de reservas en el Banco Central y la consecuente incertidumbre relacionada con el dólar, “ocurre porque el exportador sufre tres agravios: el tipo de cambio oficial, las retenciones y la obligación de liquidar divisas en un plazo corto”.
LA PRESIÓN SOBRE LA SOJA
Por otra parte, también hizo referencia a la soja y consideró un reclamo sin asidero el de los funcionarios que piden que los productores salgan a vender más granos.
“Nadie vende todo su producto en un día, ni la zapatería ni el que vende soja. En el campo es todo una vez al año: un ternero o un cultivo. ¿Si vendo hoy, de qué vivo el resto de los 12 meses? Además, es una cuestión financiera: si vendo, tengo que tener algo en qué poner el dinero. Y aún sin inflación, sin altos impuestos, sin brecha cambiaria, nadie en ningún lugar del mundo vende todo junto. Está hasta en La Biblia que se guarda para los malos momentos”, mencionó.
En relación a las retenciones, señaló a Infocampo que lo ideal sería eliminarlas; pero hasta tanto eso se pueda hacer, “como mínimo hay que redirigirlas: que vayan en un porcentaje grande al lugar donde se originaron para obras de caminos, canalización, proyectos de riego, de electrificación rural”.
“Si se le cobra al campo, que vuelva al menos un pedacito al campo”, afirmó.