Esto es porque existiría un atraso de los precios que cobra la industria láctea, y que está repercutiendo también en el primer eslabón del negocio. El mes pasado, el precio promedio pagado a los tambos fue de poco más de 50 pesos por litro, aunque los representantes del sector argumentan que no alcanzan para cubrir los costos.
Daniel Villulla, de la Cámara de Productores de Leche del Oeste de Buenos Aires (Caprolecoba), publicó en su reciente informe mensual el siguiente dato: “El atraso en lo que recibe la industria (consumera y exportadora) por lo que vende es de 14%. Recibe en promedio por todos los lácteos que se producen el equivalente a 95 pesos por litro. Si el atraso no existiera, cobraría 13,5 pesos más de los cuales el 50% podría destinarse al productor, es decir, el tambero cobraría 6,30 pesos más”.
¿Y a qué se debe el atraso? El dirigente explicó que en el caso de la industria láctea que exporta leche en polvo y quesos, lo que recorta los ingresos son las retenciones, en tanto que los controles de precios de los lácteos en el mercado doméstico -establecidos por diferentes “acuerdos” con la Secretaría de Comercio Interior- son los que se llevan un margen adicional de la cadena.
Este es el informe de Caprolecoba.
Según ls tamberos bonaerenses, el mes pasado los tamberos cobraron algo más de 50 pesos por litro, lejos de las necesidades que les permitan cubrir costos y devolver al capital invertido la renta necesaria. En agosto el precio será de 53 pesos según indicaron fuentes privadas.
Para sostener que los ingresos del productor podrían crecer en más del 10%, Villulla se basa en un informe publicado antes por el OCLA que da cuenta del atraso de precios en la cadena láctea. A su criterio, esto se debe a todas las restricciones oficiales al comercio que no lograron nunca frenar la inflación: “Esto es consecuencia de intervenciones distorsivas en el mercado, que limitan la inversión y una mayor producción”, evaluó.