Kaiku Corporación Alimentaria supone otra muestra de la colonización extranjera del sector lácteo español, pues es propiedad de la empresa láctea suiza Emmi. Tuvo un buen 2021, al elevar beneficio e ingresos, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil a las que ha accedido Cinco Días, pero advierte que las altas tasas de inflación podrían marcar este ejercicio.
El sector lácteo en nuestro país está liderado por las francesas Lactalis y Danone, y también hay una fuerte de la suiza Nestlé. Eso sí, aún, afortunadamente, hay compañías que resisten y siguen siendo españolas: Capsa Food -Central Lechera Asturiana- mantiene el liderazgo nacional en leche, nata y mantequilla; Pascual e Industrias Lácteas Asturianas (Ilas), que es dueña de la marca Reny Picot.
Kaiku se dedica a multitud de productos lácteos y derivados, pero también a alimentos funcionales, como el Benecol y el Vitaten, destinados a reducir el colesterol y para personas con niveles altos de tensión arterial, respectivamente.
En este contexto cabe recordar que Kaiku tuvo su origen en 1952 en las cooperativas lácteas vascas y navarras. Pasó a ser propiedad de Emmi desde abril de 2015, aunque el Gobierno vasco mantuvo presencia en el accionariado: primero a través del fondo de capital riesgo Ekarpen (participado por el Ejecutivo de Vitoria, las tres diputaciones vascas, Corporación Mondragón y Kutxabank), pero este vendió su 7,31% al Instituto Vasco de Finanzas (IVF) a finales de 2019. Su presidente es Eduardo Urrutia y la sede está en San Sebastián.
Kaiku se dedica a multitud de productos lácteos y derivados: leche, yogures, nata, queso, batidos, mantequillas, bebidas de soja, leche sin lactosa y preparados para tomar (los Kaiku Caffè Latte). Pero también a alimentos funcionales, como el Benecol y el Vitaten, destinados a reducir el colesterol y para personas con niveles altos de tensión arterial, respectivamente. En 2021 ganó 19,8 millones de euros, un 16% más que el año anterior y el más alto de los últimos años; y tuvo un récord de ingresos, alcanzando los 495 millones (+6%), gracias a la reapertura de la hostelería en España y al crecimiento de sus ventas en el exterior (las cuales representaron el 65% del total). Claro que 2022 podría no ser tan bueno por los “nuevos riesgos”: la guerra en Ucrania y su efecto en la rotura de las cadenas de suministro de materias primas y en la escalada en los precios energéticos, las altas tasas de inflación y las subidas de precios.