Este último producto trae un incremento anual aquí de más del 15%, lo que difícilmente mejorará.
De por sí nuestra industria lechera enfrenta serios problemas. Los precios de garantía de Segalmex vía Liconsa a cargo de Leonel Cota se han quedado cortos vs el mercado.
En consecuencia, las compras de leche a productores nacionales por esa dependencia, están 40% abajo, ya que muchos de ellos prefieren colocar su producto con compradores más rentables.
Lo curioso es que esto se da, pese a que este año hay un presupuesto para dichos apoyos de 3,269 mdp vs los 1,700 mdp del 2021.
Femeleche que preside Vicente Gómez Cobo estima que el incremento fue un gran logro que puede desdibujarse en 2023, si la suma no se ejerce. El dirigente ya se ha reunido con Diconsa y con Sader de Víctor Manuel Villalobos. Obvio la partida aún pueden ayudar a mejorar la situación de los 95,000 productores de leche que hay.
Dado que el alimento se ha disparado y hay un precio de garantía ajustado, el hato lechero se ha reducido. Gómez Cobo habla del sacrificio de unas 200,000 cabezas en 2021 y 2022, en tanto que el gobierno ha recurrido a aumentar las importaciones de leche en polvo desde EU.
El momento es delicado porque contrariamente a lo que sucedía antaño, la producción de leche de los grandes: EU, Europa, Australia, Nueva Zelanda, Argentina, Uruguay y Brasil ha crecido menos por la modificación del clima. En consecuencia las importaciones son más costosas con un alto riesgo para México, dada la afectación interna y la merma a la anhelada soberanía alimentaria. Eliminar las importaciones de leche es uno de los compromisos de Andrés Manuel López Obrador, mismo que por lo pronto no se ha cumplido.