A pesar de que la leche es el producto de la cesta de la compra que más ha subido sus precios, los productores siguen sin cubrir costes.

La leche sigue escalando sus precios de manera espectacular. Según los datos del IPC conocidos el pasado martes, es el producto básico de la cesta de la compra que más se ha encarecido en el último año, con una subida en torno al 26%. Pero incluso con este incremento a los ganaderos les siguen sin cuadrar las cuentas y, según Agaprol, la mayor asociación de productores de leche de España, en el último mes 124 explotaciones han cerrado sus puertas, es decir aproximadamente 4 al día.

La razón está en que los ganaderos siguen sin cubrir costes de producción con los precios a los que se vende la leche a las industrias lácteas, apuntan desde Agaprol.  Y es que, desde que comenzó la guerra en Ucrania, los costes energéticos y el precio de los piensos para alimentar a las vacas no han parado de incrementarse, hasta tal punto que los ganaderos venden la leche por debajo de lo que les cuesta producirla.

Si nos fijamos en el pasado mes de julio la leche se vendía a un precio medio de 0,46 euros por litro, un 38% más cara que en julio de 2021, mientras que los costes de producción soportados por los ganaderos se han incrementado al mismo ritmo y para este mismo periodo se estimaban por encima de los 0,51 euros por litro.

30 de septiembre, una fecha marcada en rojo en el calendario

Una escalada e inestabilidad en los precios que ha provocado que los contratos normalmente anuales que tiene los productores con industria hayan pasado a ser trimestrales. La próxima renovación de contratos será el próximo 30 de septiembre y “lo acordado será determinante para el futuro de un sector clave en nuestro país”, señalan desde la asociación.

Por el momento los ganaderos están “expectantes” y se presentan optimistas ante la renovación, pues la alternativa no es muy halagüeña. Si el acuerdo no sale bien los ganaderos cerrarán, la leche se tendrá que importar de países europeos que cumplan con las garantías sanitarias, los consumidores pagarán más y las industrias que ahora negocian a la baja terminarán cerrando por falta de materia prima, explican desde Agaprol.

La asociación de productores de leche señala como principales culpables a las distribuidoras que nos quieren subir los precios en los lineales de los supermercados. “Que la leche suba en los lineales puede ser un problema, pero todos los implicados deberían pensar que mucho peor será no tener leche para beber”, subrayan.

Vacas al matadero

Otra de las consecuencias de la crisis en el sector lácteo es el aumento del sacrificio de vacas, que son enviadas al matadero para producir carne. El descenso en el número de animales de cebo ha elevado el precio de la carne de las vacas de leche, lo que ha supuesto una alternativa a corto plazo para que los ganaderos puedan mantener sus granjas.

Sin embargo, esto también ha supuesto una reducción de la cabaña y por tanto una menor producción de leche.

Y llevar las vacas al matadero no ha sido la única vía de alivio para los ganaderos. A ello hay que añadirle las ayudas recibidas por el gobierno para paliar los efectos de la invasión de Ucrania y que “han permitido la supervivencia a duras penas”, señalan. “Nosotros no queremos ayudas, lo que queremos es que se pague el precio real para para un producto básico cuyo consumo, de hecho, ha aumentado”, sentencia.

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