Historia de Leche Celta
Antonio Marchal se atrevió a abrir Leche Celta en 1989 en una pequeña población de la parroquia de Andrade, cerca de Pontedeume (A Coruña). Aparentemente, no había por aquel entonces ningún hueco que cubrir en el mercado español. Además de esto, el sector lácteo gallego contaba con una presencia muy notoria en el panorama nacional. Sin embargo, la empresa prosperó rápidamente gracias a una gestión solvente y a una identidad propia desde el inicio.
En el año 2000, la multinacional Suiza Foods decidió comprar Leche Celta por 102 millones de euros, cuantía que se abonó como 17.000 millones de pesetas de las de entonces. Posteriormente, la empresa pasó a manos de la estadounidense Dean Foods. Tras una mala época de ventas en un mercado cambiante y competitivo, el grupo portugués Lactogal adquirió Leche Celta, donde a día de hoy permanece.
Leche Celta y el brik de 2 litros
Las empresas del sector lácteo trabajaban en los años 90 con la tecnología y el envasado en brik de la multinacional sueca Tetra Pak. En su mayor parte, utilizaban este tipo de formato para la leche UHT. Leche Celta, por su parte y como recién llegado al sector, decidió operar con una empresa competidora directa de Tetra Pak. Gracias a esto, Leche Celta introdujo en el mercado el envase brik de 2 litros. Esta novedad no solo diferenciaba a la productora gallega, sino que resultaba más rentable para la empresa y ampliaba los beneficios. Tras esto, estrenó el tamaño de envase de un litro y medio, igualmente innovador. Aunque hoy esto no es llamativo, Leche Celta fue durante años la única empresa del sector en ofrecer estos formatos.
Gama de productos de Leche Celta
Leche Celta no es la mayor productora del mercado español, la marca ha sabido diferenciarse y beneficiarse de las nuevas necesidades del consumidor. Entre sus productos se encuentran los más conservadores, los formatos lácteos comunes, pero en su catálogo destaca su orientación hacia el consumidor infantil y a las personas intolerantes a la lactosa.
Leche Celta UHT
Al igual que el resto de las empresas del sector, Leche Celta tiene la leche UHT entre su línea de productos, en variedades semidesnatada, desnatada y entera. A esto hay que añadir la versión orientada específicamente al sector de la hostelería. El formato común es de un litro y medio.
Leche de pastoreo
La leche Celta de pastoreo es una gama de productos sostenibles, de origen 100% gallega, centrada en el bienestar animal y certificada con el sello Aenor. La leche de pastoreo recibe este nombre debido a que las vacas productoras de leche se alimentan esencialmente de pastos naturales. Los productos bajo esta etiqueta son la leche sin lactosa, la fresca 100% gallega y las clásicas entera, semidesnatada y desnatada de Celta.
Celta sin lactosa
La línea sin lactosa de Leche Celta es un clásico de la empresa. Cuida mucho esta gama de producto y actualmente cuenta con leche UHT y leche especial Energía y crecimiento.
Celta infantil
En su intención por diferenciarse, en Leche Celta prestan una especial atención al público infantil. Esto se refleja en una gama propia de batidos de cacao, entre otros, y la leche Energía y crecimiento.
Celta Frutas
Leche Celta diversificó su mercado al apostar también por los combinados de lácteo y fruta. En ese aspecto, su gama abarca Celta Frutas Tropicales y Celta Frutas Mediterráneas.
Natas Celta
Leche Celta toma parte también de otra línea de derivados lácteos como es la nata, al contar en su gama de productos con sus propias natas UHT especiales para montar y para cocinar.
Leche Celta y las marcas blancas
Leche Celta en alianza con CAPSA también produce para la marca blanca de diferentes cadenas de supermercados. Ambos operan bajo el nombre de IberLeche. La leche de vaca Milbona, distribuida porla cadena alemana Lidl, procede también de IberLeche. La francesa Carrefour mantiene relaciones comerciales con varios productores lácteos para su marca propia y reconoce que Leche Celta está entre ellos. IberLeche también produce para Día y El Corte Inglés.
Leche Celta y el ‘milkfulness’
En julio de 2022, Leche Celta decidió reformularse y renacer con una nueva identidad. Lo hacía con la presentación de una filosofía, el ‘milkfulness’, que ya te contamos en Mundo Lácteo. En esta nueva etapa, la empresa láctea quiere crear un nuevo vínculo entre la marca y sus consumidores prestando atención a cómo viven estos. Para acompañar este cambio de posicionamiento, Leche Celta decidió renovar la imagen de sus productos y elaborar un informe sobre el consumo de leche.
La nueva imagen de Leche Celta
Toda la gama de productos de Leche Celta se actualizó para el cambio de filosofía. Su identidad visual se ha acompasado al nuevo ciclo que ha abierto la empresa gallega.
- Logotipo. El rediseño del logotipo elimina elementos decorativos y apuesta por la sencillez, lo claro. El resultado es la palabra ‘Celta’ en un solo color y trazo curvo, suave.
- Envase. El nuevo packaging se plasma en un brick plant-based de litro y medio y en formato alto. Es renovable, reciclable y el tapón es de origen vegetal. Este envase incorpora también mensajes divertidos en boca de una vaca.
- Adaptación. Los elementos visuales, así como los cambios de tipografía o rediseño del envasado o elementos visuales, se adaptan para crear una imagen única de producto, sin etiquetas ni identidades divididas. Uno de los ejemplos de la adaptabilidad es el color del paquete. Por ejemplo, la leche UHT común se envasa en color blanco y la sin lactosa, en violeta.
El estudio ‘milkfulness’ de Leche Celta
El nuevo concepto de marca, «Esto es ‘milkfulness’», de Leche Celta se acompaña de un informe sobre hábitos de vida y alimentarios de la población española. De él se obtienen datos como que, de media, los españoles desayunan en menos de 7 minutos, que casi el 40% de la población lo hace en menos de 5 y que, sin embargo, el 78% de los encuestados desearían que ese momento fuese más calmado. También recoge dicho informe que 8 de cada 10 españoles, un 79%, se ha planteado vivir en el campo. Pero solo 1 de cada 4 lo ha conseguido.