Ganar tiempo es la premisa del gobierno, como no hay respuestas concretas para dar se iniciarán “rondas de consultas” a cargo de Juan José Bahillo, Secretario de Agricultura para recién ahí definir el destino del Fideicomiso SanCor. Esta novedad les permitiría a todos hacer pasar los días y encontrar una salida transitoria a un brete en el que el gremio y el gobierno se metieron solos.
Atilra había anunciado la paralización total del sector lechero argentino si no obtenía del gobierno una acción concreta que acelere la creación del fideicomiso aprobado en asamblea de socios en enero de este año.
Ese fideicomiso a 15 años comenzó a tomar forma el año pasado y contempla una capitalización de 60 millones de dólares. En un principio se pensó en que esos fondos viniesen en forma de créditos oficiales, pero finalmente no hubo buena recepción en la banca pública, por ese motivo se inició un nuevo proyecto, la creación de Valores Representativos de Deuda, VRD en la jerga bursátil, que ya fueron presentados a la Comisión Nacional de Valores (CNV) para que apruebe su circulación. Ese paso es el que viene demorado.
Mientras tanto en la empresa sus directivos mucho apuro no tienen. Según entienden vienen funcionando bien. Han logrado cerrar hace dos meses un ejercicio con resultado económico positivo, pero eso sí, con un resultado patrimonial que todavía es negativo.
La llegada de la primavera aumentó la recepción de leche, en estos días se estarían alcanzando los 650.000 litros diarios. Está claro que ese volumen no es suficiente para la estructura y la planta de empelados que han sobrevivido al desguace de SanCor, pero es un mejor panorama que el de hace 4 meses.
El gran problema de SanCor está en la relación empleados-leche
Lo que aún no puede resolver la empresa es la relación entre empleados y litro de leche procesados. Para poder sostener su actual plantel debería estar recibiendo más del doble de la leche que recibe. Lo ideal sería alcanzar el millón y medio de litros diarios. Pero se sabe, sin plata no habrá leche.
Hoy los empleados de SanCor (que tienen asignación de tareas) están cobrando su sueldo en cuotas semanales. Con depósitos a cuenta de entre 35 y 40 mil pesos, con esos números, de bolsillo a los empleados le ingresan 150.000 pesos por mes, mientras que a los que se acogieron al retiro voluntario un poco menos, $ 140.000.
Esos números son un 34% menos que lo que cobran los empleados lácteos según las paritarias nacionales y el retraso de los pagos va entre un mes a dos meses dependiendo de las fechas en que se le realizan los depósitos.
Respecto a las cargas sociales, la deuda con la Afip está negociada e incluida en una moratoria a diciembre 2021. Desde enero de este año no se están pagando. Con las obras sociales se mantienen atrasos de entre 2 y 3 meses, con negociaciones permanentes, en cuanto alguna Obra Social corta las prestaciones automáticamente pasa a tener prioridad y se llega a un arreglo.
Después quedan esos 400 empleados que quedaron en un limbo, sin asignación de tareas y cobrando 10.000 pesos por mes. Este grupo de empleados son en su mayoría ex repositores del CDAN de Don Torcuato y quienes vienen amenazando con cortarse solos en sus reclamos por fuera del gremio, tal vez la movida que contamos hace unos días cuando presentaron un petitorio sin el aval de Atilra haya movilizado al gremio.
Seguramente seguiremos asistiendo a una lenta agonía, con simulaciones de reanimación que entretengan a los involucrados y eviten que explote alguna bomba mientras dure un gobierno amigo y el gremio tenga su base en Sunchales.