El referente de la producción láctea bonaerense explicó que “los tamberos no queremos un dólar leche ni nada raro con los arrendamientos, no queremos un privilegio; buscamos una mayor estabilidad, mejorar la competitividad para exportar y reducir la carga impositiva para lograr un crecimiento estructural”.
Los tamberos presentarán un trabajo realizado por la Fundación para el Desarrollo y Promoción de la Cadena Láctea (FUNPEL), donde se demuestra que, bajando las retenciones a la leche en polvo, el estado no dejaría de recaudar y la actividad mejoraría su dinámica exportadora.
Según pudo confirmar Ámbito, el Gobierno ya cuenta con estudio realizado por el sector, incluso hay algunas coincidencias en el diagnóstico y en posibles medidas que le darían un impulso a una actividad que, según datos privados, genera empleo directo e indirecto para 187.000 personas y se constituye como la tercera cadena en importancia socioeconómica entre los entramados agroindustriales, detrás de la soja y la carne.
Desde FUNPEL, el Gerente Ejecutivo, Gustavo Mozeris, aseguró a Ámbito que llevar los derechos de exportación a cero y aumentar los reintegros al 3% cambiaría el escenario para la cadena. “De máxima, hablamos de u$s100 millones al año que el fisco podría recuperar tan sólo con un 3% de aumento de la producción”
Uno de los temas más recurrentes entre quienes analizan la realidad de la lechería, es la evasión fiscal. Mozeris detalló que “esos u$s100 millones también se podrían recuperar con el control de la evasión fiscal que existe dentro de la cadena, algo que es potestad del estado”.
En la misma línea, Alejandro Sammartino, consultor privado y director de Infortambo, detalló a Ámbito que “existe un indicador que correlaciona directamente con la producción y es el precio de la leche en polvo, porque mejora automáticamente el precio al productor. Si se quitan las retenciones con los precios actuales de la leche en polvo, aumentaría la rentabilidad en casi u$s400 por hectárea y eso a la larga se traduce en mayor productividad”.