Sin grandes presencias en los medios tradicionales, pero con una fuerte inserción en el mundo de las redes sociales Punta del Agua es una de las empresas más rentables del sector y de las que menos se habla. Hoy te contamos qué hay detrás del éxito de Punta del Agua.

En la década del 50, Juan Carlos Gagliardi hacía sus primeros intentos de buen comerciante. Era cuando ayudaba a su padre en la rotisería familiar. Ahí descubrió su camino, el de los quesos, pero con el sueño de fabricarlos, no solo venderlos.

Tuvo varios intentos, no tan buenos en sus comienzos. Alguna fábrica en La Francia, otras cerca de Las Mojarras, con algunos socios ocasionales, siempre trabajando con no más de 15.000 litros al día. Así comenzó su camino como industrial quesero.

Hasta que un día, un señor con un apellido similar a un chocolate de Bariloche, y apodo de un viejo whiskey, le vendió la fábrica en James Craik.

Con más de 1 millón de litro diarios procesados se ubica cerca del podio de las mayores lácteas del país (hoy en litros procesados es la Nro3) pero poco se sabe de esta empresa cordobesa que no suele aparecer en los titulares de los medios cuando se habla del sector.

La historia de Punta del Agua es la historia de una familia, la familia Gagliardi, de su patriarca, juan Carlos Gagliardi y de sus hijos, que, en su conjunto, son los que la llevaron a su actual posición, Fabio, Gabriel y José Luis.

En la web de punta del Agua se hablan de 50 años de historia en la lechería argentina, pero la empresa que hoy conocemos recién nació en 1996 cuando logró recuperarse de una situación de quebranto muy dura producto del efecto tequila del año 1995.

Luego de ese cimbronazo Gagliardi logró reestructurar su deuda y con una buena estrategia comercial e impositiva (de un importante estudio contable del interior cordobés) reencausó su empresa con un objetivo bien claro, que la tecnología sea el eje central de la productividad.

Hoy Punta del Agua es la industria del sector que menos empleados tiene por litros de leches procesados, en el sector se especula que la cifra ronda en un empleado cada 5.000 litros de recibo. Desde la empresa aseguran que ese número no es el real y que varía dependiendo la época del año y el tipo de producción que se está realizando. Automatización, una forma de comercialización eficiente, y una estrategia empresarial adecuada es la que le permite ser una de las empresas que comenzó a marcar el timming del mercado de los quesos y de compra de leche al productor.

No solo la caída de SanCor, hizo crecer el recibo de materia prima en la fábrica, sino también el trabajo de la marca Punta del Agua, transformando a esta empresa en la Reina del Queso Cremoso.

Punta del Agua. La Reina del Queso Blanco

Para poder sostener esa relación litros/empleados los Gagliardi han trabajado mucho en automatizar sus líneas de producción. El caso de los quesos cremosos (blanco) es un ejemplo paradigmático, ya que cuenta con proceso de automatización absoluta desde que entra la leche a la fábrica hasta su comercialización.

El eje del negocio de Punta del Agua está en el mercado interno, con una fuerte presencia en el rubro de quesos, pero también con producción de manteca, crema y dulce de leche. Cuando los vaivenes productivos aumentan el recibo de leche tiene la disponibilidad diversificar su producción, elaborando leche en polvo que suele volcar al mercado exportador con presentaciones de 25 kilos.

Para ello cuenta con una relación comercial con una fábrica de Leche en Polvo, de menor recibo, aunque recientemente actualizada. Esta planta, pertenece a una sociedad llamada INTELAC, está en Pozo del Molle y parte de los socios son los accionistas de Punta del Agua.

Las dudas sobre el futuro

La empresa, completamente saneada y sin deudas, está comenzando a dar paso a la nueva generación. Los nietos del patriarca, han comenzado a integrarse de a poco a los negocios del grupo, que no son solo los quesos y rubro agrícola-ganadero, sino que también se han expandido al Real Estate.

Si bien todavía no están al frente del negocio, el ímpetu de esta nueva generación pudo haber influido cuando el año pasado decidieron realizar una campaña publicitaria basada en los brand lovers que expresaban su amor incondicional por la marca en las redes sociales. Las piezas de comunicación se realizaron utilizando comentarios y tweets reales de los usuarios y vinieron acompañadas de un profundo cambio en la marca, que renovó su identidad visual aggiornando el logo y packaging a principio del 2021.

Son la tercera generación y se espera que dentro de poco tiempo estén definitivamente al frente de los negocios familiares, todos se preguntan si lograrán seguir el mismo camino de sus antecesores.