La lechería se compromete a reducir su impacto en las emisiones de GEI, el agua y el uso de la tierra, al tiempo que optimiza su contribución positiva en el suelo y los servicios del ecosistema.
Este compromiso se expresa en la creación del Marco de Sostenibilidad Lácteaen 2013, la Declaración de Productos Lácteos de Rotterdam, firmada en 2016 entre la FID y la FAO, y el lanzamiento de la iniciativa climática Pathways to Dairy Net Zero en 2021.
La COP27 constituye una oportunidad sin precedentes para comunicar los muchos esfuerzos que el sector lácteo ya está realizando para mitigar el impacto ambiental y mejorar la acción climática.
El sector lácteo trabaja todos los días para nutrir a la población mundial con alimentos seguros y nutritivos producidos de manera sostenible. Más de 6 mil millones de personas en todo el mundo dependen diariamente de los productos lácteos para su nutrición.
Los productos lácteos son alimentos ricos en nutrientes, que suministran cantidades significativas de energía, proteínas de alta calidad y micronutrientes, incluidos calcio, magnesio, selenio, riboflavina y vitaminas B5 y B12.
La producción lechera también es esencial para proporcionar medios de vida a mil millones de personas y para alimentar a muchas más, algunas de las cuales viven en la pobreza crónica, el hambre y la desnutrición.
Producir, comercializar y consumir leche y productos lácteos es esencial para construir comunidades fuertes en todo el mundo.
El sector lácteo ayuda a crear sistemas alimentarios resilientes donde todos tienen suficientes alimentos de buena calidad para llevar vidas saludables y productivas y, al mismo tiempo, para garantizar un planeta próspero para las generaciones futuras.
La industria láctea abarca el pensamiento avanzado, la innovación y la tecnología, y debido a su naturaleza dinámica, incorpora continuamente nuevas tecnologías para reducir su impacto ambiental. El análisis realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que compara datos de 2005, 2010 y 2015 encontró que la intensidad de emisiones del sector durante esos 10 años disminuyó en un 11%.
En este sentido, la FID ha desarrollado un estándar de Huella de Carbono Global para el sector lácteo para ayudar al sector lácteo mundial a desarrollar un punto de referencia sólido para calcular las huellas de carbono y continuar avanzando en la reducción de las emisiones de GEI del sector en todas sus cadenas de valor.
El estándar global de huella de carbono de la FID para la industria láctea es un documento extremadamente importante para que el sector comprenda las fuentes y el perfil de las emisiones de GEI en las regiones lecheras del mundo e implemente acciones específicas para mitigarlas a medida que el sector avanza en su viaje hacia el cero neto.
La FID también publicó las directrices de C-Sequ LCA para calcular el secuestro de carbono en los sistemas de producción ganadera. Esta guía proporciona al sector ganadero un enfoque apropiado basado en la ciencia para cuantificar el secuestro como parte del cálculo de la huella de GEI.
La nueva metodología es el resultado de cuatro años de trabajo colaborativo por parte de los sectores lácteo y vacuno. El propósito del proyecto era desarrollar un método que, a través de la cuantificación, apoyara y alentara a los agricultores a implementar prácticas que promuevan el secuestro de carbono y, por lo tanto, mitiguen el cambio climático.
El sector lácteo también ha desarrollado evidencia en torno a GWP*, una métrica relativamente nueva para medir las emisiones equivalentes de calentamiento del metano.
Esta evidencia incluye una revisión exhaustiva de la literatura y una investigación de modelado que encontró que GWP * proporciona una evaluación más precisa del impacto del metano en el calentamiento global que GWP100. Aunque GWP* ha demostrado ser una excelente herramienta de planificación y previsión, existen límites para su aplicabilidad.
Además, un nuevo informe de la FAO, el GDP y la Alianza Mundial de Investigación sobre Gases de Efecto Invernadero Agrícolas encontró que mejorar la salud animal puede ayudar a reducir las emisiones de GEI, ya que las enfermedades que afectan a los animales, cuánto tiempo viven y cuán productivas son tienen un impacto significativo en los GEI.
Por estas razones, el sector lácteo mundial participa activamente en las discusiones sobre el cambio climático, incluida la COP27.
La Federación Internacional de Productos Lácteos y la Plataforma Mundial de Productos Lácteos y sus miembros están contribuyendo a la COP27 con soluciones innovadoras como las mencionadas anteriormente. Continuaremos participando en diálogos globales, regionales y nacionales para compartir el importante papel que pueden desempeñar los productos lácteos para ayudar a resolver este desafío crítico para el planeta.